135 artistas del Guggenheim de Abu Dabi amenazan con boicotear el museo
Ante el informe publicado por la ONG Human Rights Watch de la situación de explotación que viven los trabajadores que construyen el nuevo museo Guggenheim, más de un centenar de artistas se niega a exponer.GARA | EL CAIRO
El nuevo museo Guggenheim de Abu Dabi podría verse sometido al boicot de 135 artistas, incluyendo muchas figuras prominentes en el mundo del arte de Oriente Medio, que colaboran habitualmente con la Fundación Guggenheim porque aseguran que se están violando los derechos de los trabajadores que lo construyen.
Los artistas, que han amenazado con boicotear el museo, firmaron ayer un comunicado según informó la publicación «New York Times» en el que exigieron a la Fundación Guggenheim que diese garantías de que en la construcción del museo en la isla de Saadiyat, en Abu Dabi, se respetan los derechos de los trabajadores.
Los firmantes basaron sus afirmaciones en un informe de la organización no gubernamental Human Rights Watch, quien denunció que los obreros que trabajan en Saadiyat están siendo explotados. «No deberían pedirle a nadie que exponga o que actúe en un edificio que ha sido construido y está siendo mantenido por empleados explotados», rezaba el comunicado.
La portavoz de Human Rights Watch en Egipto, Priyanka Motaparthy, explicó a Efe que su organización entrevistó a medio centenar de trabajadores de la construcción en la zona donde se está edificando la nueva sede del Guggenheim. Según Motaparthy, estos trabajadores llegaron a Abu Dabi desde países como Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka o India gracias a agencias de contratación a las que previamente habían pagado centenares o incluso miles de dólares para obtener un contrato en los Emiratos Árabes Unidos. «Les prometen un salario y un trabajo en los países del Golfo, pero cuando van a trabajar, el sueldo o el tipo de trabajo que tienen que hacer no se corresponden con lo que les prometieron en un inicio», denunció Motaparthy.
Además, estos trabajadores, que entraron a los Emiratos de forma legal, se vieron obligados a firmar un contrato diferente del que habían firmado en su país de origen, con peores condiciones y retención arbitraria de salarios. Estos problemas son comunes ya que casi todos los trabajos poco cualificados se llevan a cabo por extranjeros.