Para una producción de escaso presupuesto no hay posibilidad de comprar los derechos de una película de cara al consiguiente remake, así que lo más fácil es plagiar el argumento e introducir variaciones genéricas en la historia. Es lo que han hecho los responsables de «The Roommate», trasladando al thriller terrorífico de ambiente estudiantil la conocida película de Barbet Schroeder «Mujer blanca soltera busca», la cual se basaba a su vez en una novela de John Lutz. Ha quedado como un título representativo de la moda de los 90 de los personajes sicóticos y acosadores, gracias al duelo interpretativo que mantuvieron Bridget Fonda y Jennifer Jason Leigh.

Poco importa que sus sustitutas juveniles Minka Kelly y Leighton Meester sean menos conocidas, porque este plagio inconfeso está consiguiendo una gran rentabilidad. Ha triplicado ya en taquilla los modestos trece millones de dólares que costó, con el danés Christian E. Christiansen como joven y todavía poco cotizado realizador