Gloria LATASA Geógrafa gloriameteo@hotmail.com
Frente de los cerezos en flor
En un espacio geográfico largo y estrecho, desde las regiones polares a las subtropicales, 3500 escarpadas cimas de una gigantesca cordillera submarina dibujan las formas de Japón asomando por encima del agua. Hokkaido, Honshu, Shikoku y Kyushu son las principales islas de un país tan ocupado por cadenas montañosas que obliga a sus habitantes a asentarse en las proximidades de las costas.
La corriente marina fría de Oyashio condiciona el clima de las regiones del norte proporcionándole unos veranos frescos y unos inviernos muy severos. Más al sur, los inviernos son más suaves y los veranos más cálidos y húmedos. La primavera y el otoño, con sol y temperaturas agradables, son las mejores épocas del año.
Un clima de cuatro estaciones que guarda sorpresas como una época de lluvias que comienza en el mes de junio y dura hasta mediados de julio, los temidos tifones que pueden aparecer hacia el mes de septiembre o los monzones del noroeste que soplan en invierno en el norte.
Sin embargo, una de las mejores sorpresas, anunciada con precisión por los servicios meteorológicos, es la llegada de la primavera. Un delicado momento del año en el que se celebra el Hanami, el festival que lleva a los japoneses en masa a sus jardines para disfrutar de la floración del cerezo.
Lo más curioso es que, debido a diferencias de clima, la aparición de las flores en el sur es mucho más temprana. Se inicia la última semana de marzo y, como un auténtico «Frente de los cerezos en flor», viaja hacia el norte, donde llegará a mediados de mayo. Una gran ola de color que los japoneses admiran, revelando su tradicional aprecio por la naturaleza efímera de las cosas...