El cuerpo de Amaia Azkue fue hallado anteayer en el pantano de Ibaieder de Nuarbe, barrio situado entre Beizama y Azpeitia. La víctima presentaba fuertes golpes en la cabeza y la cara, por lo que todo apunta a los traumatismos sufridos como causa principal de su fallecimiemto. No obstante, la mujer no sufría heridas de bala ni de arma blanca, tal y como apuntaron en un principio algunos medios.

Amaia Azkue, de 39 años, estaba casada y era madre de dos hijas. Residía en el barrio de Meagas, en Getaria, y era natural de Orio, pero hacía su vida en Zarautz, pueblo muy cercano a su domicílio.

A la espera de que se esclarezcan los hechos, la mujer fue vista por última vez sobre las 12.30 horas de ese mismo día, cuando tomó café con una amiga en un establecimiento de Zarautz, según indicaron a una agencia de información fuentes de la investigación.

Posteriormente, parece ser que la oriotarra no fue a casa a comer ni a buscar a sus hijas al colegio, tras lo que su marido interpuso una denuncia por su desaparición ante la Ertzaintza, que trata de determinar qué ocurrió entre las 12.30 horas y las 17.15, hora en la que fue encontrado el cuerpo.

Dos mujeres vecinas de Azpeitia, muy cerca del lugar de los hechos, y que pasean habitualmente por la zona del pantano, se percataron de que en la carretera había restos de sangre, y también «algunos trapos», tras lo que una de ellas volvió a su casa e informó a su marido de que «había visto cosas muy raras» en la zona.

Acto seguido, el marido y un hijo de esta mujer acudieron al lugar de los hechos, esto es al pantano Ibaieder, y con la ayuda de un bombero fuera de servicio que casualmente hacía footing junto al pantano descubrieron el cadáver flotando en la presa de Ibaieder.

Tras alertar a los servicios de emergencia, efectivos de bonberos rescataron el cuerpo y la Ertzaintza comprobó que presentaba signos de violencia. Acto seguido, trasladaron el cuerpo al Instituto de Anatomía Forense de Donostia para practicarle la autopsia. El juez encargado del caso decretó el secreto de sumario.

Durante el día de ayer, buzos de la Ertzaintza rastrearon el embalse, donde también trabajaron agentes de la Policía Científica y de la Unidad de Investigación Criminal buscando indicios que permitan avanzar en las pesquisas.

Destaca también el hecho de que en las inmediaciones de la presa en el que apareció el cuerpo la Ertzaintza encontró una pistola de balines.

Conmoción en Zarautz

El fallecimiento de Amaia Azkue ha conmocionado a la localidad costera de Zarautz, cuyo concejal de Igualdad del Ayuntamiento, Mariana Aranburu, hacía pública una nota en la que condenaba «la muerta violenta de Amaia Azkue», y pedía además el «esclarezcimiento urgente de los hechos, con el objetivo de que se depuren las responsabilidades de este cruel suceso cuanto antes», además de mostrar su «solidaridad y cariño» a la familia y amigos de la víctima y mostrar su disposición para lo que necesiten.

Fuentes municipales han indicado que Amaia Azkue desarrollaba su vida en Zarautz, aunque estaba empadronada en la vecina localidad de Getaria, y añaden que frecuentaba la piscina municipal acompañada por sus dos hijas.

Durante los próximos días se espera obtener más datos sobre la autoría y el móvil de este crimen, que permitirían además esclarecer si se trata de un caso de violencia de género o responde a otras cuestiones.