El director de Energía del Gobierno de Lakua, Oskar Zabala, aseguró ayer que el Departamento de Industria no ha observado anomalías o irregularidades en el incremento de las facturas de gas propano de Araba, pese a las quejas presentadas al respecto por numerosos usuarios.

La polémica saltó hace unas semanas, cuando clientes de Repsol denunciaron públicamente que la cuantía a pagar se había disparado de modo desorbitado. Por citar un ejemplo, el alcalde de Zuia apuntaba que en el último recibo al Consistorio se reflejaba un consumo de 1.576 metros cúbicos, casi el doble de hace un año, y que la factura había pasado de 1.720 a 4.176 euros. El primer edil no se explicaba ni el aumento en el consumo ni en el coste.

Zabala indicó que han analizado la calidad del gas, los contadores y las facturas, y que no han hallado nada extraño. Respecto a la calidad, explicó que se realizan controles desde que se descarga en Bilbo y que el pasado martes se tomaron tres muestras «sin previo aviso y por sorpresa» en Murgia, Izarra y Murua, que han sido analizadas en un laboratorio independiente con la conclusión de que «la calidad del gas supera los estándares exigidos». Añadió que el gas que llega a Araba es el mismo que se envía al resto de Hego Euskal Herria, sin que haya habido otras quejas.

En cuanto a la empresa, Zabala manifestó que técnicos del Departamento de Industria solicitaron los consumos de otros operadores de gas con el fin de cruzar datos y efectuar una comparación entre las cuantías y los consumos facturados. «Tras dos semanas, este trabajo ha terminado con la conclusión de que no existen anomalías en las facturas de Repsol», aseveró.

Facturas y contadores

También se buscaron posibles errores administrativos en la facturación o irregularidades en los contadores, con los mismos resultados. Por ello, el director de Energía no dudó en atribuir el incremento de las facturas al aumento del precio del propano -por ejemplo, la diferencia entre enero de 2010 y enero de 2011 es de un 30%-, a la subida en dos puntos del IVA -se ha elevado desde el 16% hasta el 18%- y a un mayor consumo, dando el caso por cerrado.

Una postura que no es compartida por Iñaki Nafarrate, responsable de Administración Local de la Diputación de Araba, quien mantenía que se trata de un cierre «en falso», ya que la situación es «sangrante» para los usuarios que se han topado con elevadas facturas.

Nafarrate remarcó que Repsol es el único suministrador con el que ha habido problemas y que solicitará una reunión con el delegado territorial de la empresa energética, a fin de que le aclare las «muchas dudas» que a su juicio no se han despejado.