El Athletic disputa mañana uno de los grandes partidos de la temporada. Suena raro, con menos de tres lustros de historia en la élite, pero la progresión constante que ha mantenido el Villarreal desde que se estrenara en Primera en 1998, le ha hecho acreedor a tal consideración.

Semifinales de la UEFA en 2004, semifinales de la Champions League dos años después, subcampeonato de Liga en 2008... El Submarino amarillo sigue echando en falta un título, pero la trayectoria del representante de la ciudad más pequeña en Primera (poco más de 50.000 habitantes), casi siempre ascendente, le ha hecho ganar prestigio y admiradores de año en año.

Una de las claves del éxito de los castellonenses pasa por su buen ojo con los fichajes. Bajas inversiones que han acabado en traspasos jugosos tras ofrecer un gran rendimiento. Uno de los últimos en sumarse a la lista -que podría completar porque se ha convertido en el objeto de deseo de media Europa- es Giuseppe Rossi, uno de los hombres a los que tendrá que prestar toda su atención mañana la defensa rojiblanca.

Estadounidense de padres italianos -ostenta la doble nacionalidad-, el ariete llegó al Villarreal en verano de 2007, con una difícil papeleta, sustituir a Diego Forlán tras su marcha al Atlético de Madrid. Tres temporadas y media después, los números dicen que ha cumplido el objetivo. Con Liga y Europa League todavía por delante, Rossi ha superado ya la mejor marca goleadora del uruguayo (25 goles entre 39 partidos de Liga y Copa) con la camiseta amarilla, manteniendo, a semejanza de su equipo, la progresión marcada desde que llegó al Madrigal.

Menudo y muy rápido, el Bambino encabeza, además, la lista de goleadores de la Europa League con siete dianas, que ha anotado en los seis últimos encuentros del torneo.

Un escaparate añadido para el italoamericano. Mientras Marcello Lippi se pregunta aún por qué no se lo llevó al Mundial de Sudáfrica, las Ligas más potentes del continente tantean su predisposición. Desde la Premier -en la que debutó como profesional, sin excesiva fortuna, con el Manchester United-, el Tottenham tentó sin éxito al Villarreal con más de treinta millones de euros. En Italia -fue allí donde se destapó, con la camiseta del Parma, antes de viajar a Castellón- son Juventus y Nápoles los que tienen los dientes largos. Y en la Liga, los rumores apuntan a un Barcelona que parece aspirar a monopolizar killers. Y que puede conseguirlo, porque al menos el representante del jugador ya se deja querer. «Nadie se puede negar al Barcelona», aseguró Andrea Pastorello en declaraciones a Radio Marca, aunque reconoció que «de momento son sólo rumores, todavía no hay nada concreto».

El Villarreal, por si acaso, ya se ha asegurado la tercera pata de su fórmula del éxito, la del traspaso jugoso, renovando al delantero hasta 2016.