Riccardo Petrella, economista, politólogo, consejero de la Unión Europea y profesor emérito de Globalización en la Universidad de Lovaina, considera que «el derecho a la vida» debe ser el principio inspirador de la libertad individual y colectiva, pero remarcó que el capitalismo en su extensión planetaria genera desigualdad y pobreza. En la primera charla de conmemoración del centenario de ELA, destacó que se puede avanzar hacia otro modelo económico haciendo frente al actual.

¿Qué papel deben jugar los sindicatos en la Unión Europea para avanzar hacia el cambio?

No se puede promover un diálogo social en el marco de la teología universal capitalista. Se debe luchar. Si participas con el fuerte en ese estado de cosas, significa que el diálogo no se establece entre iguales, quiere decir que aceptas la agenda en los términos del fuerte. No se puede aceptar esa imposición.

¿Cómo se debe de hacer?

Se deben fortalecer los sindicatos para tener fuerza en la negociación. Eso se consigue también con la movilización y las protestas, porque si cuentas con actores potentes tu legitimidad crece. Si cedes en tu debilidad, el diálogo sólo permite que el más fuerte saque el beneficio en contra de los trabajadores, el más débil está atrapado.

¿Hay que movilizarse para mostrar la fuerza?

Cierto. El objetivo principal en este momento en el que el capitalismo se mantiene fuerte es saber si algunos sindicatos son capaces de elaborar un planteamiento autónomo frente al pensamiento económico, político y social de los dominantes. Porque no puedes negociar si tú tienes la misma visión y vocabulario que el poder. Por ejemplo, si aceptas la idea de que el Banco Central Europeo (BCE) debe ser independiente y no debe ser controlado políticamente, tu capacidad de negociación con el capital es débil. Pero si eres capaz de concienciar a la gente, no sólo a los obreros, que la independencia política del BCE es intrínsecamente contraria al interés de los ciudadanos porque defiende el modelo del capital, y la gente capta esa atención, el poder de negociación es más elevado. Si aceptas la independencia política BCE, no puedes cambiar el sistema. Si no contestas a esas agresiones, no tienes elementos de apoyo de la opinión publica.

¿Es culpa de los gobiernos que, en ese caso, han cedido poder al Banco Central Europeo, que preside Jean-Claude Trichet?

Sí, fue una abdicación del poder político, lo que deja las manos libres al poder económico para hacer y decidir lo que quiera, porque los bancos centrales son propiedad de los bancos. Se aceptó porque no había una oposición externa. Si no modificas los elementos de presión, ¿cómo se va a producir el cambio? Es necesaria la presión.

Usted mismo dijo que el Estado del Bienestar europeo se desvanecerá con el Pacto del Euro.

Así es. Hace 50 años, el poder político aceptó el principio de que todos los ciudadanos somos iguales frente al derecho a la vida, que tenemos derechos sociales. ¿Dónde está el poder político en este momento? Muy fácil, apuesta por crear condiciones más favorables para que las empresas privadas pueden producir el óptimo de riqueza y valor para el capital. Nos dice que deben favorecer las condiciones para que las empresas sean competitivas en el mercado mundial. Pretenden engañarnos indicando que el aumento de la competitividad de las empresas de un país, por ejemplo el vasco, en el mercado internacional creará más oportunidades para todos que el derecho a la vida, al bienestar.

¿Es así realmente?

No. Es falso, porque un aumento de competitividad de las empresas vascas en el mercado mundial significa necesariamente disminución del empleo. De esa manera creas menos ingresos, aunque sí permites que el capital de las grandes empresas creen más beneficios. El aumento del valor del capital de las empresas no significa más bienestar, porque muchas de esas empresas son, además, propiedad del capital extranjero. Además, en todos estos casos hay que ver que muchas compañías multinacionales tienen además entre su capital fondos de inversiones que actúan mediante la especulación.