Concentraciones por la muerte de Amaia Azkue, cuyo coche aparece en Loiola
Después de horas de búsqueda, ayer a mediodía la Ertzaintza encontró en Loiola el vehículo de la mujer hallada muerta en un pantano de Azpeitia. A falta de más datos, se impusieron las muestras de condolencia.GARA | ZARAUTZ
La Ertzaintza mantiene varías líneas de investigación abiertas, en las que participan tanto la Policía Científica como la Unidad de Investigación Criminal, en el caso de la mujer encontrada muerta el miércoles en aguas del embalse Ibaieder, en Nuarbe, barrio perteneciente a la localidad guipuzcoana de Azpeitia. La Policía trabajaba desde entonces para encontrar el coche de la fallecida, hasta que finalmente ayer fue localizado en el aparcamiento del santuario de Loiola, en la misma localidad pero a varios kilómetros.
El cuerpo de Amaia Azkue Adabaldetreku, vecina de Getaria de 39 años, natural de Orio y que hacía su vida en Zarautz, mostraba numerosos golpes que llevan a la tesis del homicidio. Según indicaron algunas agencias de información, su cuerpo se encontraba atado de pies y manos. También se ha descartado que su cuerpo tuviera signos de violencia sexual.
A falta de conocer más datos sobre lo que ocurrió, ante la trágica muerte de la mujer en el día de ayer se llevaron a cabo concentraciones de repulsa por toda Urola Kosta, convocadas por la Plataforma para la Marcha Mundial de las Mujeres.
En Zarautz, por ejemplo, se reunió más de un centenar de personas tras la pancarta que rezaba «Contra la violencia contra las mujeres». Aunque no haya indicios para pensar que se trate de violencia de género, en Zarautz denunciaron que «ser mujer supone un factor de indefensión». En Orio, Azpeitia, Azkoitia o Zumaia también decenas de personas mostraron su repulsa ante la violenta muerte. En esta última localidad se reunieron 90 personas.
El cadáver de Azkue fue localizado por un particular a las 17.15 horas del miércoles en aguas de la presa de Ibaieder en Azpeitia. Tras avisar a los servicios de emergencia, efectivos de bomberos rescataron el cuerpo, que fue trasladado al Instituto de Anatomía Forense de Donostia para practicarle la autopsia. El juez encargado del caso decretó secreto de sumario.
La investigación trata de esclarecer qué es lo que le pudo haber sucedido a Azkue, que tal y como hacía habitualmente, había dejado a sus hijas de 7 y 9 años en la ikastola y estuvo en una cafetería con una amiga. La alarma se encendió cuando la víctima no volvió a casa al mediodía ni a a buscar a sus hijas a la ikastola. Fue entonces cuando su marido llamó a la Ertzaintza para denunciar su desaparición.
El coche puede ser clave
La muerte de Amaia Azkue está rodeada de circunstancias extrañas que la policía trata de investigar y que no han trascen- dido por el secreto de sumario. El coche que fue localizado ayer en Loiola podría ser una de las claves para determinar las responsabilidades de esta tragedia.
Dos mujeres que paseaban por el entorno del pantano encontraron restos de sangre y «algunos trapos», tras los que una de ellas alertó a su marido, que acompañado de su hijo acudió al lugar. Con la ayuda de un bombero que pasaba por allí fuera de servicio descubrieron el cuerpo. En la zona se halló también una pistola de balines.
Los actos de repulsa se repitieron ayer en toda Urola Kosta. Así, hubo concentraciones en Zarautz, donde la víctima hacía su vida; en Getaria, donde residía; o en Orio, su pueblo natal; y también en Azkoitia, Azpeitia y Zumaia.
La Ertzaintza mantiene abiertas varias líneas de investigación. Se da por seguro que se trató de un homicidio por las heridas que presentaba y porque el cadáver fue arrojado al pantano atado de pies y manos, aunque quedó flotando.