Abidjan está cayendo en una espiral mortal tras la masacre de casi 30 civiles, según la ONU, llevada a cabo por fuerzas leales al presidente saliente,Laurent Gbagbo, que han desmentido su implicación y han denunciado un «complot».

El atentado se produjo contra un abarrotado mercado del distrito de Abobo, una zona de Abidjan que apoya al presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara.

Desde que estalló la crisis post electoral a mediados de febrero, la capital marfileña no había conocido una atmósfera de violencia similar. Los ciudadanos creen ya inminente un conflicto generalizado, mientras Abobo fue de nuevo objetivo de disparos de armas pesadas en la noche del jueves al viernes, según relataron a France Press, varios habitantes.