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Última estación antes de las presidenciales francesas de 2012

El escrutinio que se celebra hoy y el 27 de marzo concierne a los electores que ya fueron llamados a elegir los consejeros generales en 2004. Entre ellos los votantes de la mitad de los cantones vascos. La reforma territorial ha acortado el mandato de los cargos departamentales, lo que resta atractivo a la última cita electoral antes de la presidencial.

Maite UBIRIA I

La impaciencia de Nicolas Sarkozy por descargar bombas en Libia -en contrapartida a su fracaso diplomático en las revueltas en otros países árabes, particularmente en Túnez- y la catástrofe en Japón han ejercido de sordina en el tramo final de una campaña electoral que sólo el Frente Nacional se atreve a presentar como un ensayo general de la gran pugna por El Elíseo.

Tanto a izquierda como a derecha, los principales partidos no han zanjado sus debates internos ni mucho menos desvelado sus cartas cara a la presidencial de 2012. Con la crisis aguijoneando al Gobierno, la UMP ha jugado a esconder a sus candidatos y la larga tradición de promover aspirantes «sin etiqueta» alcanza el paroxismo en los comicios cantonales parciales que se celebrarán, a doble vuelta, hoy y el 27 de marzo.

El Partido Socialista, por su parte, acude a la cita con la tranquilidad que da mirarse en un mapa electoral netamente favorable.

En 2008, la «ola rosa» se tradujo en el control por el PS y sus aliados de un total de 58 consejos generales, lo que hace más entendible la cautela de Christophe Borgel, responsable de la maquinaria electoral socialista. «Estamos en una situación en la que podemos obtener algunas ventajas electorales, pero el escrutinio va a ser muy cerrado», afirmaba a unas semana de los comicios, en plena «tormenta de arena» en Matignon a causa de la crisis tunecina.

El previsible voto de castigo al sarkozismo no tiene porqué tener un reflejo nítido en una cita electoral que concierne a la mitad de los electores del Hexágono, llamados a decidir con su voto los puestos de 2.026 consejeros -de ellos 10 de Euskal Herria-.

«Hablamos de los cantones concernidos por las elecciones de 1998 y 2004, a raíz de las cuales la izquierda se hizo con 22 departamentos, lo que nos sitúa en un umbral difícil de superar» remarca, por su parte, Claudy Lebreton, presidente de la Asamblea de Departamentos de Francia (ADF).

Los socialistas cuentan con posibilidades reales de aumentar ganancias en cuatro departamentos: el primero, Pirineos Atlánticos, engloba a los territorios vascos, y a ellos se suman Hautes-Alpes, Aveyron y Côte-d'Or. Si la noche electoral sonríe, el PS podría aumentar su caudal territorial con cuatro departamentos «fluviales»: Loire, Jura, Vienne y Rhône. En los despachos socialistas se explica que con que los cuatro primeros territorios citados se decanten a favor del partido de Aubry y que éste no ceda ninguno de los consejos generales en su poder se dan por satisfechos. En la sede de Solferino mirarán con especial atención al recuento de votos en Corrèze. La disputa está muy cerrada en la patria chica del ex presidente francés, Jacques Chirac, donde la permanencia del ex primer secretario socialista, François Hollande, al frente del consejo general puede pender de un solo escaño. Hollande se muestra tan confiado en mantener el cargo que se ha atrevido a garantizar que en caso de derrota retirará su candidatura a las primarias del Partido Socialista.

Los comunistas, que ya perdieron en la obrera Seine-Saint-Denis en 2008, se conformarían con salvar sus últimas plazas en Allier y en Val-de-Marne. La alianza de los socialistas con los ecologistas amenaza sus ambiciones. Estos últimos, tras los buenos resultados en europeas y regionales, acuden a las urnas con el objetivo de triplicar consejeros -sólo disponen de 25- y de mejorar su implantación territorial. El hecho de que las cantonales no coincidan con ninguna otra elección hace temer una fuerte abstención.

El azul de la UMP destiñe y Marine le pen propone pasar al marino

Quienes venden la piel de la UMP en estas elecciones deberían tener en cuenta que la derecha y sus aliados disponen de una sólida implantación territorial, ya que gobiernan en 42 consejos territoriales. En el de Pirineos Atlánticos -antes Bajos Pirineos- desde su creación hace 220 años.

Sobre el papel, la UMP aspira a ganar dos departamentos -Val-d'Oise y Seine-et-Marne-, lo que permitiría a su patrón electoral, Alain Marleix, saludar una victoria en una coyuntura general muy adversa. Muchos candidatos de derecha han evitado enfundarse el azul UMP, lo que ha dado mayor visibilidad a Marine Le Pen, que trata de imprimir ritmo a su «ola azul marino» cara a 2012, a partir de un caudal modesto aunque inquietante, el 12,4% cosechado en las cantonales de 2004 . M.U.

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