Alde Zaharra se resiste a que Barcina les deje sin una biblioteca digna
La creación de la nueva Biblioteca General de Nafarroa ha conllevado el cierre temporal del centro ubicado en San Francisco y el traslado de sus fondos a las nuevas instalaciones. Los vecinos de Alde Zaharra se han movilizando ante el temor a quedarse sin un centro capaz de satisfacer sus necesidades. Los planes del Ayuntamiento pasan por remodelar el viejo edificio y establecer una biblioteca de barrio, con pocos fondos y que se abrirá sólo por las tardes.
Aritz INTXUSTA |
La creación de la nueva Biblioteca y Mediateca de Nafarroa ha supuesto un duro golpe para el corazón de Iruñea. La apertura del nuevo centro ha traído como consecuencia el cierre y el saqueo de fondos de la vieja biblioteca, ubicada en la Plaza San Francisco, en un edificio con solera, que se erigió a principios de siglo para convertirse en hotel, pero que lleva más de 30 años convertido en el punto de referencia para los amantes de los libros. La absoluta desinformación del proceso y la falta de respuestas del Ayuntamiento que dirige Yolanda Barcina, ha alimentado una fuerte contestación por parte de los vecinos del barrio, entre los que ha cundido el temor a quedarse sin un lugar digno donde ejercer «su derecho a leer». Está previsto que el viejo edificio se restaure en setiembre, para albergar una biblioteca de barrio, con unos recursos que los vecinos consideran insuficientes para la demanda que existe.
Espoleado por su ambición estéril de convertir a Iruñea en Capital de la Cultura, el equipo de Gobierno de Iruñea precipitó las obras para construir una biblioteca y comenzó a trasladar los fondos del centro ubicado en Alde Zaharra, sin avisar a nadie. Ocurrió antes del verano, y los usuarios de la biblioteca tuvieron noticia de ello a raíz de unos carteles que avisaban de que se acababa el servicio de préstamo de libros y la consulta. Muchos emitieron instancias, reclamando a las instituciones que aclararan qué iba a ocurrir con la vieja biblioteca. La respuesta tardó meses en darse y, según los vecinos que se han unido en el Grupo de Trabajo en Favor de una Biblioteca Digna, «no aclaraba nada».
En setiembre, el Ayuntamiento se decidió por cerrar el centro de cara a la apertura de la nueva Biblioteca General, cuyo emplazamiento en el barrio de Mendebaldea también ha sido polémico. En principio, el lugar en el que debía construirse el nuevo centro era justo detrás de la vieja estación de autobuses. Sin embargo, la Alcaldía cambió de planes, y decidió vender ese solar a El Corte Inglés, lo que en su día generó una enorme contestación por parte del pequeño comercio. Una vez firmado el negocio con la gran superficie, el Ayuntamiento se vio obligado a llevarse el proyecto lejos del centro de la ciudad.
Presupuesto millonario
Después de que el Ayuntamiento quemara el cartucho del solar de El Corte Inglés, el proyecto recaló en Mendebaldea, un barrio con bastante población, pero con menos movimiento de gente que el corazón de la ciudad. Si bien es cierto que resulta difícil de medir el volumen de personas que transita por un barrio, sí que se pueden tomar como referencia las conexiones y, mientras la gran mayoría de las líneas de transporte público tienen parada en Alde Zaharra, la ubicación escogida está mucho peor dotada.
No obstante, la lucha vecinal no se ha enfocado en la denuncia de este hecho, que ya es irremediable, en tanto que las instituciones han desembolsado 25,7 millones de euros para el edificio y su primera dotación de material informático y de lectura. El Grupo de Trabajo, que se instituyó hace tres meses, reclama una biblioteca «digna» en el mismo lugar donde ha permanecido durante 39 años, y es en este punto donde el Ayuntamiento no ha dado una respuesta satisfactoria.
Hace menos de un mes, el Consistorio trató de calmar los ánimos reabriendo el centro, a pesar de que éste se encontraba en unas condiciones lamentables, prácticamente sin volúmenes ni documentos de consulta. Sin embargo, esta iniciativa fracasó como intento de conciliación, debido a que la pobre imagen que ofrece la Biblioteca de San Francisco ha concienciado aún más a los vecinos de la importancia de reivindicar un punto de lectura digno para el centro de la ciudad, según explican desde el Grupo de Trabajo.
Las últimas noticias que han ofrecido desde las instituciones es que la biblioteca volverá a cerrarse el próximo otoño. Esta vez para adecuar el centro, cuyas instalaciones se habían quedado obsoletas, porque la reconversión del hotel en biblioteca nunca se acometió con decisión suficiente, lo que había generado continuas quejas, en particular por los accesos y los baños.
Según el Ayuntamiento, esta reforma finalizará el próximo año. El resultado será la adecuación de un espacio de 130 metros como sala de lectura y otro espacio diferenciado, de 187 metros, destinado a jóvenes y niños. La idea que defiende el Ayuntamiento es que el edificio mantenga la misma función, pero reducido ahora a biblioteca de barrio. Es decir, pasará de albergar cientos de miles de ejemplares a, como mucho, 15.000. La concejal de Cultura, Paz Prieto, aseguró que esta decisión de diezmar los fondos de la biblioteca se tomó para «mantener la actividad cultural del Casco Antiguo y revitalizarlo».
A esta reducción de la magnitud de la biblioteca habrá que sumar, además, una limitación de horarios, que todavía no está clara. Paz Prieto se comprometió que se mantendría abierta mañana y tarde entre semana y que los sábados solo abriría por la mañana. Sin embargo, el Plan de Bibliotecas indica que sólo se abrirá por la tarde, como el resto de bibliotecas de ese tamaño. Para los vecinos, este punto no es negociable y exigen que la apertura sea mañana y tarde.
La demanda vecinal es que el centro de la ciudad debe contar con una biblioteca de referencia y que ésta no puede ser una más. Consideran, además, que aún hay tiempo para conseguir una solución que no deje a Alde Zaharra sin lo que se ha convertido en uno de sus núcleos culturales más importante de los últimos 39 años.
El Grupo de Trabajo en Favor de una Biblioteca Digna para Alde Zaharra emitió un comunicado ayer, convocando a los medios para hoy a las cinco de la tarde frente a la biblioteca, para anunciar su esquema de trabajo a partir de ahora. Las movilizaciones convocadas por este colectivo, que aúna a diversas asociaciones de vecinos y a colectivos de usuarios, han contado hasta ahora con un enorme respaldo. Empezaron lanzando una campaña de instancias y, desde comienzos de 2011, empezaron a concentrarse a las puertas de la biblioteca para protestar contra su cierre. Estas concentraciones cada vez atraían a más gente, hasta que el Ayuntamiento se decidió por reabrir el centro, hace menos de un mes. Además, los colectivos del barrio utilizaron los carnavales de este año como un método más de denuncia, animando a los vecinos a disfrazarse de personajes literarios bajo el lema «Se llevan la biblioteca. Nos queda la fantasía», y convocando una serie de actividades reivindicativas.
En paralelo, se ha lanzado una campaña de recogida de libros para dotar de unos fondos dignos las instalaciones que han quedado vacías desde que el Ayuntamiento trasladara los fondos al nuevo centro. Según explican los miembros de la plataforma, esta iniciativa, que todavía se mantiene abierta, ha sido recogida con éxito por parte de la ciudadanía.
Durante la rueda de prensa de esta tarde, el Grupo de Trabajo hará una valoración de todas estas experiencias, de las declaraciones que han lanzado los responsables públicos y ofrecerá las líneas de actuación para continuar con la reivindicación en favor de un centro que cumpla con unos mínimos para garantizar las necesidades culturales del barrio.
La plataforma cuenta con el apoyo de la oposición. La concejal de la izquierda abertzale, Mariné Pueyo, explica que «hemos realizado numerosas preguntas para saber en qué situación nos encontramos tras el traslado, y UPN no dice nada del modelo de centro que tienen intención de diseñar». A este respecto, Pueyo considera que un centro capaz de «dar respuesta a las necesidades de una sociedad del siglo XXI debería ser una prioridad institucional». Por su parte, NaBai, también ha hecho suyas estas reivindicaciones. A.I.