Transportes Pesa, el reconocimiento a una apuesta por la calidad
Pesa es una de las empresas de transporte de viajeros más conocidas de Euskal Herria. Su flota de 130 vehículos cubre 45 líneas diferentes, uniendo cinco de las capitales vascas (Donostia, Bilbo, Gasteiz, Iruñea y Baiona) e incluso llegando hasta Lourdes (Estado francés).
La historia de Pesa, bajo esa denominación concreta, arranca en octubre de 1955 con la unión de dos empresas, Perurena y Sarasola, cuyas primeras sílabas se utilizan para la nueva denominación. Contaban con dos líneas, una que unía Donostia con Baiona (Perurena) y otra que iba desde la capital guipuzcoana hasta Bilbo (Sarasola).
Pero el origen hay que buscarlo más atrás en el tiempo. Fue allá por 1833 cuando La Esperanza, empresa posteriormente integrada en Pesa, empezó a ofrecer servicios en diligencia desde Ondarroa. «En aquellos tiempos no existían las actuales carreteras ni autopistas, y los viajes se suspendían a menudo debido a las nevadas o los temporales. Un trayecto de pocos kilómetros podía suponer toda una aventura para el viajero que debía someterse a los continuos vaivenes de un camino que, la mayor parte de las veces, era de poco mas que tierra».
Con el siglo XX llegaron los vehículos a motor. Hacia 1901, la Sociedad Vitoriana poseía tres omnibuses-automóviles a vapor que, con sus veinte plazas, hacían el recorrido Gasteiz-Lemoa. Poco a poco se fueron creando nuevos servicios. Muchas de estas empresas estaban compuestas por un solo vehículo y su propietario, que ofrecía sus servicios acordando con los viajeros los horarios y paradas. De la fusión de dos de estas compañías nació Pesa.
Durante su más de medio siglo de vida, la empresa se ha mantenido en continuo crecimiento década tras década, ampliando su flota de vehículos -cuenta con 130-, su número de líneas hasta las 45 actuales y su volumen de pasajeros, que ya ronda los nueve millones anuales. Con un capital «100% vasco», Transportes Pesa tiene «una plantilla de 450 trabajadores -el 20% son mujeres-, con una media de edad de 45 años y de los que el 95% son fijos».
Pioneros en Europa
Pesa ha sido noticia esta semana por la obtención del certificado UNE-13186, dirigida a reconocer la labor de las empresas de transporte de pasajeros por carretera que cumplen con unos exigentes requerimientos de calidad en el servicio que prestan a sus usuarios». Es la primera empresa europea que logra este reconocimiento «para una línea internacional», y es asimismo la primera empresa del Estado español que «ha certificado todas sus líneas de ámbito autonómico de la mano de Aenor».
La característica diferenciadora de este certificado es los «examinadores» son los usuarios, que son cuestionados sobre su grado de satisfacción respecto a diferentes aspectos. La nota obtenida por Pesa es de casi 4 puntos sobre un máximo de 5.
La entrega del diploma acreditativo se llevó a cabo en el Kursaal donostiarra, con nutrida presencia de representantes del sector y de la Diputación de Gipuzkoa, dada la estrecha colaboración en el programa Lurraldebus. Ramón Perurena, consejero delegado de Pesa, apuntó que este reconocimiento no es sino otro paso adelante en el «camino hacia la excelencia».
Y es que el UNE-13186 no es el primer certificado de calidad que recibe este empresa. En el ámbito de la seguridad laboral cuenta con el OSHAS 18001, de carácter internacional y que exige una serie de requisitos «para el establecimiento, implantación y operación de un sistema de gestión en seguridad y salud laboral efectivo».
Según la propia Pesa, este reconocimiento «se ha debido en gran medida a la total implicación de todo el colectivo de trabajadores en la configuración de sus propios planes de formación, prevención y emergencias».
La ISO 9001, por su parte, reconoce la tarea realizada en el ámbito de la gestión integral, mientras que la ISO 14001 reconoce «a aquellas empresas que cumplen unas importantes exigencias en cuanto a la gestión medioambiental, el tratamiento de residuos y la sostenibilidad». En este sentido, Transportes Pesa destaca que tanto el aceite de los motores como las pastillas de freno y las aguas residuales de su flota «se reciclan en su totalidad».
El próximo reto es tener para el año 2012 todos sus vehículos adaptados para las personas de movilidad reducida, tanto para aquellas que tienen limitaciones físicas como para los coches de los bebés. Para ello, reducirán en unas diez plazas la capacidad de cada autobús, que serán equipados con rampas y todos los elementos necesarios.
Imanol INTZIARTE