CRíTICA danza
Contacto total
Carlos GIL
La danza habla. La danza canta. La danza es físico, es cuerpo, es contacto. Full contact. Cuerpo contra cuerpo; cuerpo sobre cuerpo; cuerpo como dramaturgia, como geografía de la expresión. Un cuerpo utilizado en su totalidad, sin nada que esconder. Todo el cuerpo, sin excusas. Hasta el sudor forma parte de una reverencial manifestación artística en donde la piel se entumece, se sonroja, se revaloriza cuando el otro cuerpo lo activa, sublima, agrede, repudia o ama.
Estos dos creadores utilizan su cuerpo como una herramienta, en ocasiones como una forma caligráfica, como un material docente o como un calendario de sucesos. Cuerpos llevados al límite; sin límite. Cuerpos desnudos en donde el pene no es un colgajo, sino otra letra del alfabeto físico. Contacto total significa, sin eximentes. Las orejas valen lo mismo que los testículos. Los pies se valoran en el mercado de la expresividad lo mismo que los pelos del pubis. Unas manos se cruzan al igual que las rodillas se saludan o los glúteos se mudan.
Dos cuerpos unidos, adheridos, separados o fundidos en un abrazo imposible, en el que se vive un recorrido circular, un viaje iniciático en el que se pasa por la violencia, el cariño, la arbitrariedad o el humor. Una retranca que se coloca como salvaguarda para los más entregados, para recordar a todos que se trata de un ritual escénico, de un juego, dulcemente peligroso. En ocasiones bello, casi siempre sarcástico. Contacta con lo paradójico y lo surrealista.
Obra:
«Still standing you».
Creadores e interprétes: Pieter Ampe, Guilherme Garrido.
Producción: Campo.
Lugar y fecha:
Bilbo, La Fundición. 10-4-2011.