Después de horas de incertidumbre, con el 76,5% de los votos escrutados, se despejó la incógnita sobre quién será el rival que dispute el 5 de junio la Presidencia de Perú a Ollanta Humala (Perú Gana), que el domingo logró el 30% de las papeletas. Finalmente será Keiko Fujimori (Fuerza 2011), la hija del dictador Alberto Fujimori, quien se enfrentará a Humala en la segunda vuelta electoral tras obtener el 23% de los votos y dejar fuera de la carrera presidencial a los tres candidatos defensores del «sistema» y considerados candidatos del crecimiento económico, el ex ministro Pedro Pablo Kuczynski (20,5%), el ex presidente Alejandro Toledo (15,1%) y el ex alcalde Luis Castañeda (10%).

A la espera de que se den a conocer los datos definitivos del escrutinio, lo que no ocurrirá hasta dentro de una semana, según indicó la directora del organismo electoral, Magdalena Chu, los resultados explican la insatisfacción de un tercio de los electores, que pide igualdad e inclusión, con un crecimiento económico -el mayor de América Latina- cuyos beneficios no conocen.

A pesar de los augurios casi apocalípticos de los políticos conservadores y el rechazo de quienes temen perder beneficios económicos, los millones de pobres y excluidos decidieron apoyar a Humala, ex militar de 48 años, para suceder a Alan García, quien no puede optar a un tercer mandato consecutivo.

Humala promete el cambio gradual y la redistribución igualitaria que Perú quiere y por el que ha optado en las urnas, mientras que Fujimori ha adoptado un discurso similar y aboga por medidas más populistas, como ya lo hizo su padre, cuyas políticas asistenciales siguen generando fervor en algunos sectores que olvidan el golpe de Estado que dio en 1992, las violaciones de derechos humanos que le persiguen y la gigantesca red de corrupción de su Gobierno.

Incluso el ex presidente Toledo afirmó que diez años de desarrollo no están llegando a los sectores excluidos y que los electores han sido explícitos en las urnas.

Por eso los sectores rurales y urbano-marginales han apoyado a Humala, quien pasa por segunda vez a la segunda vuelta. En 2006 perdió frente a García, que logró el apoyo de toda la derecha frente al radicalismo del candidato nacionalista.

El escenario de la segunda vuelta, según los analistas, pone al electorado en una situación complicada y «muy tensa», ya que ambos candidatos generan cierta desconfianza e, incluso, rechazo en determinados sectores. De Fujimori temen lo que pueda hacer en materia de derechos humanos, habida cuenta de quién es su padre, y en el caso de Humala, que ayer llamó a la unidad para la transformación del país, que pueda cambiar la Constitución y el modelo económico.

Así, será fundamental el apoyo que reciban de los derrotados. Castañeda dijo que apoyará a quien no cambie la Constitución y Toledo, que analizará si sus programas profundizan la democracia, el respeto a los derechos humanos y garantizan un crecimiento con rostro social.