El enredo romántico empieza por «Una dulce mentira» que se va complicando más y más
Comedia triangular que pone en solfa las diferencias generacionales, cuando entre una madre y una hija se interpone el amor por un mismo hombre. El duelo lo protagonizan Nathalie Baye y Audrey Tautou.Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
A Pierre Salvadori, realizador francófono de origen tunecino, le gustan las comedias de enredo que desdramatizan temas serios, y en esta ocasión ha querido inspirarse en el clasicismo de Ernst Lubtisch y su obra maestra «El diablo dijo no». Para ello ha colaborado con su habitual guionista Benoît Graffin, quien ha imaginado un triángulo amoroso con una madre y una hija enfrentadas por el mismo hombre, situación ideal para un duelo entre dos intérpretes femeninas de distintas generaciones.
La hija recibe una carta anónimo de amor y se la reenvía a su madre por considerar que está más necesitada de compañía. Las complicaciones surgen a raíz del descubrimiento de la identidad oculta del enamorado, que resulta ser un empleado, un inmigrante que trabaja como «chico para todo» en el salón de belleza y en la casa de la joven. El mero hecho de que la mujer madura se muestre receptiva ya despierta cierto recelo en la muchacha, replanteándose sus sentimientos y entrando en un conflicto maternofilial. Como gran actriz que es, Nathalie Baye llena de intensidad pasional su personaje, mientras Audrey Tautou se muestra más fría y distante, en consonancia con su condición de icono cinematográfico. Son formas opuestas de volcar la sexualidad en la personalidades de madre e hija, que derivan en la actitud entregada de la una y la indiferencia aparente de la otra, aunque en el fondo no sea tan así.
Título original:
«De vrais mensonges».
Dirección: Pierre Salvadori.
Guión: Benoît Graffin.
Intérpretes: Audrey Tautou, Nathalie Baye, Sami Bouajila.
País: E.francés, 2010.
Duración: 105 m.