Los emergentes ponen un poco de cordura
Los líderes de los países emergentes, encuadrados dentro del conocido como grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) hicieron ayer un pronunciamiento a favor de una solución pacífica del conflicto en Libia, lo que constituye un auténtico ejercicio de sentido común en un contexto marcado por las posturas abiertamente belicistas que mantienen potencias como Gran Bretaña y el Estado francés, que bajo el paraguas que tan gratuitamente les ofreció la ONU están llevando al extremo su posicionamiento favorable a una de las partes en conflicto.
A juicio de los mandatarios de estos cinco países, que se están constituyendo en un auténtico contrapoder frente a la visión del planeta que lideran Washington, Londres y París, tanto las tropas de Gadafi como los llamados «rebeldes» deberían resolver sus diferencias con medios pacíficos y el diálogo, en un escenario en el que la propia ONU y las organizaciones regionales, como la Unión Africana, deberían desempeñar un papel determinante. Asismismo, expresaron su preocupación por las constantes noticias que hablan de la muerte de decenas de civiles a manos de ambos bandos y por los bombardeos de la OTAN.
Todos estos pronunciamientos deberían facilitar un giro en un conflicto que la intervención externa ha envenenado aun más.