David Neira fue uno de los artífices del embrión, junto al actual gerente de Itxako, Iñaki Ibarra. Técnico del entonces Etorkizuna, que contaba con un plantel de promesas del balonmano femenino navarro, fundió dicho aval deportivo con la naciente estructura del club lizartarra. El preparador burlatarra llegó a la Ciudad del Ega con apenas 24 añitos y su bisoñez no fue impedimento para que gestionara dos ascensos consecutivos, hasta llegar a la División de Honor. Ahora, a sus 37 -ayer los cumplió-, es la cabeza visible del proyecto deportivo del HC Puig d´en Valls, el club de la localidad mallorquina del mismo nombre.

Desde la distancia, Neira sigue la actualidad de su ex equipo, al que ve como una plantilla «espectacular y de las que mejor está trabajando a nivel continental», con serias opciones no sólo de llegar a la final sino incluso de hacerse con el trofeo «porque han demostrado que pueden con todo lo que se les ha puesto por delante». Más cerca geográficamente, el ahora entrenador del San Antonio, Juanto Apezetxea, coincide con su colega en que «este equipo va a ser campeón de Champions» y ve la eliminatoria frente a las húngaras «con mucho optimismo» porque «ellas van a salir muy presionadas por la necesidad de ganar de seis, ya que Itxako marcará más de 21 goles».

Una confianza que no está para nada reñida con el análisis real de que el encuentro en tierras magiares va a ser «muy complicado», a juicio de Neira, y en el que será necesario «repetir el recital defensivo de la ida», además de «jugar con tranquilidad porque, hagan lo que hagan, ya es un éxito». Coincide en la receta Apezetxea. El técnico antonianio avisa de que «habrá malos momentos y hay que estar preparados para ellos, lo importante es que no se desajuste la cabeza. Eso y mantener la solidez atrás porque, si defiendes y corres, te da mucha tranquilidad para jugar en ataque».

Un infierno esperado

El Magvassy Mihály Sportcsarnok va a ser una auténtica olla a presión, pero el mayor peligro no es cómo pueda afectar a las lizartarras -«creo que a la mayoría nos gusta jugar en ambientes de ese tipo», indica Apezetxea-, sino la influencia sobre la pareja arbitral. «En Europa eso sucede y es importante que los colegiados, con sus decisiones, no desequilibren al equipo», añade el preparador antoniano.

Si todo transcurre por los cauces normales, Itxako tiene serias opciones de llegar a la final, un hito sin precedentes en la historia de la entidad amarilla. «Se ha trabajado con seriedad y cariño cada aspecto del club, se han movido bien los hilos en la promoción del balonmano, no se ha descuidado la base y se cuida a los patrocinadores», describe Neira. «Los directivos tienen gran mérito por obtener importantes recursos económicos y los técnicos han sabido conjuntar un bloque sólido y unido», apostilla Apezetxea.