AL CIERRE
Grecia mete presión a las bolsas
Alberto CASTRO
Las bolsas volvieron a fijar sus ojos en Grecia, después de la aparición de informaciones referidas a una próxima reestructuración de la deuda. Un peso doloroso de soportar por sus pésimas proyecciones de crecimiento y por las dificultades para atajar el déficit pese al rescate financiero. Ahora se le pide una vuelta de tuerca más, pero las posibilidades de éxito, aunque se lleven a cabo las privatizaciones, se están reduciendo. Por de pronto, los tipos a diez años alcanzaron su nivel más alto desde 1998. El baldón de la deuda de los estados periféricos, aunque nunca ha sido ignorado, parecía perder peso al cerrarse el círculo inmediato de los rescates con Irlanda y Portugal. De otra parte, en el Estado español se acogió con decepción el desmentido de un acuerdo con China para apoyar a las cajas, mientras que se esperaba con atención la decisión del Banco de España sobre los planes de capitalización de los cuatro bancos y nueve cajas con serios problemas de supervivencia. Al cierre, el Ibex se dejó un 1,51%, hasta los 10.622,70 puntos. En el resto de Europa, ajeno a los problemas bancarios del Estado español, los descensos fueron menores. Francfort cayó un 0,44%, Londres, un 0,78%, y París, un 0,89%. En el Ibex, llamó la atención Telefónica (-1,06%), al anticipar, sin fecha, el recorte del 20% de su plantilla. Los bancos no tuvieron su día: Bankinter bajó un 2,87%, BBVA, un 2,62%, y Santander, un 2,29%. Sólo hubo cinco ganadores, con Grifols (+1,68%) a la cabeza. En París, el peor fue Natixis (-2,70%), mientras que Alcatel-Lucent (+2,54%) volvía a liderar los avances.