Por si quedaba alguna duda, la Junta Gestora confirmó anoche que el Arrate se encuentra en una delicadísima situación económica. La deuda del club eibarrés, según los primeros cálculos realizados por sus nuevos rectores, supera el millón y medio de euros.

Los dirigentes albiazules aprovecharon la celebración de la Asamblea Extraordinaria -que aprobó los nuevos estatutos del club, con los que se adapta al decreto del Gobierno de Gasteiz-, para dar respuesta a una de las principales preocupaciones de la masa social. Cuál es la situación real del Arrate. «Nos faltan todavía algunos datos -admitió José Ramón Iriarte-, pero cuando nos presentamos a principios de febrero dijimos que nos queríamos guiar por la transparencia, así que al menos queremos ofrecer un apunte de lo que hemos encontrado. A final de temporada nos gustaría ofrecer el estado total de las cuentas».

De momento, y a falta de esos últimos datos, es contundente. La deuda global del Arrate rondaría ahora mismo el 1.600.000 euros, aunque en esa cifra están incluídos algunos créditos de Kutxa que todavía no han vencido. «Pero si cuando venzan, la situación de caja es la actual, no les podremos hacer frente, así que se producirá el impago», explicó Iriarte. La parte del león de esa deuda se la llevan jugadores y técnicos, incluídos los que ya no defienden la camiseta albiazul, y que asciende a 943.000 euros. En el caso de Kutxa, contando esos créditos que aún no han vencido, la deuda se sitúa en torno a los 365.000. La deuda civil (Federaciones, rentas de pisos...) ascendería a unos 186.00 y la del Bingo rondaría los 100.000 euros.

Se trata de cifras mayores, pero en la Junta Gestora no quieren perder la calma. «Se trata de trabajar. De aplazar, fraccionar, compensar...», explicaba la gerente Natasha Vergara. Y también de confiar en que el primer equipo consiga su objetivo y mantenga la categoría. «El plan de viabilidad varía mucho en función de la categoría en que milite el equipo. A nivel de subvenciones, sponsors, etcétera, las cuentas no tienen nada que ver. Por eso es mejor esperar a que acabe la temporada», destacó Iriarte, que insistió en el mensaje que viene lanzando desde que llegó al club. «Es importante que la gente se implique», subrayó. «Ya lo ha hecho mucha gente -añadió-, a la que hay que agradecer el milagro que supone que esto no haya parado». Un buen ejemplo sería la respuesta a la campaña de captación de socios, que en las últimas semanas han pasado de poco más del centenar a los 617. También el de técnicos y jugadores, que siguen compitiendo pese a que los impagos provocan que muchas situaciones personales sean dramáticas.

Una victoria más

El primer equipo, por otra parte, recobra protagonismo hoy (20.30, ETB Sat), con el partido que le enfrentará al CAI Aragón en el Polideportivo de Ipurua. En el club confían en que las iniciativas tomadas en las últimas jornadas se traduzcan en una gran entrada. Y en el equipo esperan que ese ambiente contribuya a sumar una victoria con la que sentirse definitivamente tranquilos, ante el temor de que el Toledo pueda anular su desventaja en uno de los dos choques que disputará como local.

Julián Ruiz cuenta con las bajas de Redei, Berrios y Szabo y la presencia en la convocatoria de Aitor Telletxea y Eneko Garetxana. Un tercer juvenil, Jon Azkue, podría unirse a ellos esta noche.