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PUBLICACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ARMADA

ETA sitúa su alto el fuego en un «compromiso claro de superar la confrontación armada»

ETA tiene «el compromiso claro de superar un ciclo completo caracterizado por la confrontación armada» y es ahí donde se inserta la iniciativa del alto el fuego del 10 de enero. Ésta es una de las afirmaciones incluidas en el último ejemplar de su publicación «Zutabe», el número 113, que supone una novedad en sí mismo ya que es el primero en tres años y medio. En sus reflexiones, la organización subraya su apuesta por «estructurar el proceso democrático».

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GARA | DONOSTIA

El último ``Zutabe'' escrito por ETA estaba datado en setiembre de 2007 y hacía balance del proceso de negociación cancelado unos meses antes. Tres años y medio después, GARA ha tenido acceso al siguiente ejemplar de la revista de ETA, el número 113. En este tiempo han pasado muchas cosas en Euskal Herria, y el documento las repasa y valora con detenimiento. Entre ellas está el alto el fuego permanente, general y verificable anunciado el 10 de enero.

ETA desarrolla sus características y motivos en varios puntos de este ``Zutabe'', que está marcado por la consideración con la que se inicia el prólogo de la página 3: «En Euskal Herria se está abriendo un nuevo ciclo». Más adelante, explica en un texto de cuatro páginas que su alto el fuego muestra «el compromiso y la voluntad de materializar el cambio político». Y que busca, en concreto, «dar pasos irreversibles y determinantes en el proceso de liberación» desde la consideración de que hay factores propicios: «Las condiciones creadas por el MLNV y su militancia», el agotamiento de la Constitución y los estatutos, el deseo popular de una solución dialogada y por vías políticas....

En este punto, la organización armada entiende que «la izquierda abertzale acertó en hacer una lectura adecuada de la situación y, con su iniciativa, puso en marcha la posibilidad de darle un vuelco». Se refiere así a «la apuesta por un proceso democrático, como herramienta democrática para poner el conflicto político en vías de solución y para materializar el cambio político».

En un artículo posterior, de diez páginas y titulado ``Egoera politikoaren azterketa: prozesu demokratikoa egituratzen'', ETA asume que la izquierda abertzale ha hecho una reflexión a partir de un «balance profundo» de las últimas décadas. «Ha analizado la situación y las necesidades del pueblo y ha sabido hacerlas suyas», valora.

«El momento de dar pasos»

En el artículo del ``Zutabe'' que lleva por título ``ETAren ekimena: aldaketa politikoa gauzatzeko borondatea eta konpromisoa'', la organización admite que «estamos en el momento de dar pasos determinantes» y que «a nuestro pueblo se le abren nuevas opciones en el camino de la libertad». Y es ahí donde explica que ETA ha decidido su «iniciativa» del 10 de enero «manteniendo el compromiso con el pueblo y con su tarea histórica. Para que se dé una solución democrática definitiva al conflicto político y con la perspectiva de liberar todas las fuerzas de Euskal Herria para recorrer el camino hacia la libertad».

ETA considera además que con este alto el fuego -sin precedente por su definición de «general, permanente y verificable»- la organización armada «ha facilitado la oportunidad de dar una solución democrática definitiva al conflicto político, mostrando un compromiso claro de superar la confrontación armada que caracteriza un ciclo completo».

Todo ello enlaza con las reflexiones generales incluidas en el prólogo, en el que se afirma que Euskal Herria debe ser «activa» y que éstos «no son tiempos para quedarse mirando, mirando a cuándo empezarán las conversaciones entre partidos, cuándo se lograrán acuerdos o cuándo los respetarán los estados. De ninguna manera -recalca ETA-. Todo eso ocurrirá si somos capaces de hacer fuerza suficiente», concluye.

En este extenso documento al que ha tenido acceso GARA, hay varios puntos en los que ETA indica que su diagnóstico no sólo es coincidente con el de la izquierda abertzale, sino también con el de una mayoría social vasca. Así, al analizar su alto el fuego ETA apunta que «comparte las reflexiones hechas por un montón de agentes sociales, sindicales y políticos de Euskal Herria y por la comunidad internacional», y que se traducen en su «compromiso claro con los mínimos democráticos para construir un proceso democrático».

Se añade que, al mismo tiempo, con sus sucesivas iniciativas «ETA ha abierto puertas amplias para moverse en nuevos terrenos de juego; es decir, para organizar y estructurar las fuerzas de nuestro pueblo y para poder llevar a cabo la confrontación con los estados como pueblo de modo eficaz».

En cualquier caso, en el mismo texto se advierte de que si bien se están dando pasos adelante en terrenos como «la organización de las fuerzas favorables a Euskal Herria», los esta- dos español y francés mantienen su inmovilismo, de modo que «es largo todavía el camino que hay que recorrer». Más adelante se puede leer que «Euskal Herria ha mostrado fuerza suficiente para afrontar grandes retos, como ha probado a lo largo de los años» y se prevé que, si bien «no será un camino fácil ni sin obstáculos», al final logrará su objetivo.

Qué no es la tregua

Las precisiones sobre el modo de entender este alto el fuego son consideradas necesarias por ETA dado que «se ha hablado mucho, aquí y allí, sobre la esencia de esta decisión. Algunos la han ligado a la debilidad, con el objetivo de vender la ensoñación de la victoria policial. Algunos otros dicen que ha sido obligada por las decisiones tomadas por la izquierda abertzale, queriendo reflejar que ETA lo hace de mala gana».

«Hay también quien, de modo desvergonzado, habla del fracaso de todo un recorrido histórico -prosigue-. Y lo hace justo cuando es evidente que si no fuera por el esfuerzo enorme de la izquierda abertzale al completo y de muchos ciudadanos, Euskal Herria estaría en trance de desaparición hace tiempo. Y tampoco falta quien, de modo perverso, lo une al afán de la izquierda abertzale de estar en las elecciones», censura también.

 
ANTES DEL TIROTEO

Este ``Zutabe'' no hace referencia alguna al tiroteo producido el domingo, sobre el que sólo existe por ahora la versión de la Policía francesa. Todo hace indicar que la publicación ha sido elaborada antes. La única fecha que aparece es el mes de abril.

DESDE HACE 14 MESES

ETA concreta que la decisión de no realizar «acciones armadas ofensivas» fue tomada en realidad en febrero de 2010, aunque se reveló en setiembre. Le siguió luego, en enero de este año, el alto el fuego general, en un proceso que admite como «gradual».

ESTADO FRANCÉS

En su análisis del Estado francés, ETA cita el caso de Aurore Martin. Entiende que París ataca la estructura de la izquierda abertzale para intentar frenar su línea política porque es consciente de la «profundidad» del proceso que se abre.

Una tregua con dos destinatarios: Euskal Herria y la comunidad internacional

Al describir su iniciativa, destaca la alusión de ETA a que el alto el fuego tiene dos destinatarios: uno principal, «Euskal Herria, la ciudadanía vasca y los agentes vascos», y un segundo que es la comunidad internacional.

Sobre el primero, la organización considera que el alto el fuego permite dar nuevos pasos, estabilizar y acelerar el movimiento para un cambio político y social y, en definitiva, «extender la confrontación política con el Estado».

Su análisis hace alusión a algunas iniciativas producidas en Euskal Herria en los últimos tiempos: desde el Aberri Eguna de 2010 o la manifestación del 12 de octubre, de la red Independentistak, a los consensos entre formaciones políticas abertzales y de izquierdas. Se incluye también una referencia al Acuerdo de Gernika y a algunas iniciativas emanadas de él, como la manifestación de enero en Iruñea contra las detenciones o la aceptación de la propuesta de diálogo de Euskal Preso Politikoen Kolektiboa (EPPK). En este punto, ETA recuerda que su decisión del 10 de enero «responde con responsabilidad a la petición hecha desde el Acuerdo de Gernika».

Hay alusiones también a las potentes manifestaciones nacionales que han tenido lugar en los últimos meses, a la plural dinámica contra la euroorden en Ipar Euskal Herria, a la solidaridad con los presos, a los posicionamientos de EPPK, o a las protestas de los trabajadores vascos.

ETA añade que su alto el fuego va dirigido también a la comunidad internacional, de quien espera que «canalice una presión que provoque una grieta en la posición de bloqueo del Estado». Reivindica en este punto la respuesta positiva que dio a la Declaración de Bruselas.

Por contra, la organización armada deja claro que «del Estado español no hay que esperar una voluntad sincera para un proceso de solución». Prevé que su actitud seguirá siendo «mantener a Euskal Herria atada a España» y que ello obligará a incrementar el grado de confrontación democrática. GARA

LA OFERTA DEL PNV

Sobre los partidos vascos, ETA censura que el PNV «sólo ofrece rancio autonomismo y neoliberalismo salvaje», y subraya que el PSOE y los jeltzales se necesitan mutuamente. Critica también a Aralar por «echar el freno de mano ante nuevos pasos».

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