GARA > Idatzia > Iritzia> Editoriala

Korrika nos muestra un pueblo muy vivo

Edurne Brouard destacaba el 3 de abril en Zazpika que Korrika, como la propia AEK, había nacido con vocación de desaparecer, y se lamentaba porque 31 años después todavía fuera necesario llevar a cabo esta iniciativa. Así es y, sin embargo, aun siendo reflejo de un objetivo incumplido, la multitudinaria carrera por el euskara constituye uno de los más bellos ejemplos de lo que este pueblo es capaz de hacer cuando se marca una meta, en este caso, en favor de su lengua nacional. Korrika es, primero, el resultado del duro trabajo de muchísima gente que desde el mismo momento en que finaliza una edición empieza a preparar la siguiente. Es también determinación e implicación, como la que exhiben las decenas de miles de personas que corren durante semana y media detrás del testigo. Y tiene, asimismo, un punto de magia, algo que no se puede explicar y que brota mientras se espera en el arcén o la acera a que llegue la marcha, cuando se corre de madrugada y el sueño no asoma por ninguna parte, o cuando sin saber cómo una persona es capaz de correr, gritar, sonreír y saludar al mismo tiempo.

Cada dos años Euskal Herria se mueve como no lo hace por ningún otro motivo, y ese es el enorme mérito de los organizadores de esta auténtica maratón popular, cuyo trabajo, en todos estos años, no ha estado exento de obstáculos. Hoy en día, llevar el testigo de Korrika o acompañarlo en su camino es algo que no se quiere perder casi ningún ciudadano o ciudadana de este país. Sin olvidar los innumerables actos culturales que se organizan en torno a esta iniciativa mucho antes de que se empiecen a recorrer los primeros metros.

Korrika 17 afronta sus últimas etapas. Parece que fue ayer cuando, con un sol radiante, dio sus primeros pasos en Trebiñu y, sin embargo, ya ha dejado tras de sí un sinfín de historias, personales y colectivas. Todavía quedan, a pesar de todo, unos cuantos kilómetros por recorrer hasta llegar al Boulevard de Donostia, la mayoría por la costa de Bizkaia y de Gipuzkoa. Un último sprint que dará paso a la carrera diaria por el euskara. Esa en la que todos y todas llevamos el testigo.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo