El presidente de Burkina Faso intenta aplacar un motín de su propia guardia
GARA |
El Gobierno de Burkina Faso anunció a media tarde de ayer el inicio de negociaciones con los amotinados, con el objeto de paralizar cualquier intento de desestabilizar el país, a raíz de que su presidente, Blaise Campaore, tuviera que abandonar por unas horas el Palacio Presidencial de Uagadugu, después de que un grupo de soldados de su Guardia Presidencial se amotinara, según señalaron varias agencias, para pedir el pago de sus asignaciones por vivienda y alimentos. Según testigos presenciales, los soldados realizaron disparos al aire y saquearon residencias de altos cargos del Ejército.
El desconcierto era patente entre los miembros de la Guardia Presidencial, que aseguraban no saber lo que pedían. No obstante, algunos se unieron al motín, que se extendió a tres cuarteles y que fue calificado de intento de golpe de Estado.