Las fiestas de los barrios de Iruñea arrancan con el chupinazo de Sanduzelai
Sanduzelai abre el calendario festivo en Iruñea. Ayer comenzaron las fiestas de este barrio, y lo hicieron con un deje multicultural: flamenco, batucada y capoeira mezclados con txistus, dantzas y gigantes.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
Antes de que cayera el sol, aunque aún con algo de frío, estalló el cohete que da comienzo en el barrio de Sanduzelai a tres días de fiesta. Es el más tempranero y el que abrirá paso al resto de barrios de la capital navarra en el calendario de fiestas populares. La comisión de fiestas ha preparado un programa apretado para estos tres días que arrancó incluso antes de que sonara el chupinazo con una batucada y flamenco.
Como es tradición, en lo que Sanduzelai destaca es bailando al son del txistu tras del cohete. Aquí, al Baile de la Era le llaman «mundial», por multitudinario. La gran novedad llegó el año pasado, cuando se instauró por primera vez una carpa para que acogiera el meollo de la fiesta. Este año, han decidido repetir. Eso sí, la cena popular de anoche regresó a donde siempre se ha hecho, a la calle Nicasio Landa. La otra novedad es más un regreso al pasado y consiste en recuperar la exhibición de herri kirolak, que tendrá lugar la Plaza de la O mañana.
Un control no tan férreo
Sanduzelai tiene una ventaja sobre el resto de barrios. Tradicionalmente, el Ayuntamiento no ha perseguido con su beligerancia habitual las celebraciones populares. A pesar de ello, la Coordinandora Cultural de Sanduzelai no rema en una dirección distinta al resto. El pasado año, la Coordinadora de Barrios, que aglutina a los vecinos que trabajan en favor de unas fiestas populares, relató abusos de poder y denunció la persecución de las actividades populares en varias ocasiones. «El Ayuntamiento mantiene actitudes autoritarias antes, durante y después de las celebraciones», al término del ciclo de fiestas de los barrios.
Esto no quiere decir que para Sanduzelai sea fácil organizar unas fiestas populares. Juan Carlos Vicente, de la Coordinadora Cultural, lo comenta así: «A nosotros nos ponen los mismos condicionantes que al resto. Nos hacen responsables de todas las pancartas que se colocan durante las fiestas y no sólo están prohibidas las consignas de carácter político, sino también las publicitarias».
Pese a ello, hasta ahora, «por suerte», se han librado de que la Policía Municipal les imponga multas por alguna pancarta. «El año pasado sí que nos multaron por incumplir los horarios», puntualiza Vicente, quien subraya el agravio comparativo que suponen estas exigencias a las asociaciones populares frente al descontrol de los sanfermines, donde «se permiten cosas como el espacio Heineken y otros muchos elementos publicitarios».
Además, en cuanto al régimen de horarios, este representante de la Coordinadora no entiende «que en sanfermines se permita una libertad total de horarios a los bares de Sanduzelai, cuando la fiesta no está aquí, sino en Alde Zaharra y luego, cuando sí que se necesita un permiso para que la gente pueda disfrutar de la noche, el Ayuntamiento no ceda y nos multe».
El año pasado se colocó una carpa por primera vez para que acogiera el grueso de la fiesta. La iniciativa ha calado y repite este año. Además, se recupera le exhibición de herri kirolak para la tarde del domingo.
Aunque la Policía no es tan agresiva con la Coordinadora Cultural de Sanduzelai como con quienes organizan las fiestas en otros barrios, les impuso una multa por incumplir los horarios en la pasada edición.