Mientras en Madrid el Gobierno español y el PP pactan la impugnación de candidaturas y en Lakua el Departamento de Interior acumula datos para peinar las listas de la coalición, Bildu sumó ayer un nuevo componente. Se trata de Araba Bai, partido formado por cargos públicos y militantes de Aralar en este territorio que en otoño del pasado año abandonaron las filas de la formación de Patxi Zabaleta por problemas organizativos y éticos y diferencias políticas.

Diego Gastañares, alcalde de Asparrena y miembro de Araba Bai, e Itziar Amestoy, independiente, fueron los encargados de anunciar la integración oficial del nuevo partido en la coalición en una rueda de prensa en la que también estuvieron presentes el concejal de EA en Gasteiz, Antxon Belakortu, y una delegación de Alternatiba.

Según los portavoces de Bildu, esta suma es fruto de una «apuesta clara y firme por la unión de fuerzas que responda a la demanda de amplios sectores independentistas y soberanistas de izquierdas de la sociedad alavesa».

Añadieron que buscan tener la capacidad de «poder superar el muro del bloqueo que quieren instalar las formaciones políticas que a día de hoy gobiernan en las instituciones más importantes de Araba. No podemos permitir que aquellos que no apuestan por un verdadero cambio sigan gestionando ayuntamientos y el gobierno de Araba», concluyeron.

Impugnaciones políticas

Araba Bai, según sus responsables, agrupa al 40% de la militancia de Aralar en Araba y a todos sus cargos locales. Su incorporación a Bildu se produce en un momento en el que crecen las amenazas de impugnación de sus candidaturas. Preguntado por ese riesgo, Diego Gastañares, alcalde de Asparrena, señaló que la apuesta por Bildu es «estratégica» y «de futuro», por encima de estas amenazas.

El concejal de EA en Gasteiz, Antxon Belakortu, manifestó que la decisión de impugnar «es política y no jurídica», puesto que se ha anunciado antes incluso de que se conozcan cuáles serán los candidatos de la coalición. Comentó que el objetivo de estas amenazas es «impedir, a cualquier precio, que el independentismo esté presente en las instituciones, algo que no van a conseguir porque el proyecto de Bildu es un proyecto democrático que busca la normalización del país». «Por muchas lupas que quieran aplicar, no van a encontrar nada», concluyó.

Presentaciones de listas

Durante la jornada de ayer siguieron las presentaciones de candidaturas de Bildu. En Getxo la encabezarán la independiente Maitane Nerekan, procedente del mundo del euskara, y Bingen Saitua, miembro de EA y trabajador de una empresa de telecomunicaciones. Apuestan por convertirse en «la llave» del municipio.

En Tafalla el cabeza de lista será Arturo Goldarazena y los impulsores de la candidatura mostraron su agradecimiento a los partidos e independientes que se han sumado a la iniciativa. Agradecieron también a la asamblea local de NaBai que haya renunciado públicamente a presentar candidato.

Petición de Ahotsak

La plataforma de mujeres Ahotsak, por su parte, volvió a aparecer públicamente ayer, en Bilbo, para afirmar que su «responsabilidad política, unida a la realidad social de la que no somos ajenas», les «hace solicitar públicamente que se proceda a la legalización inmediata de Sortu y cesen las amenazas de impugnación de las candidaturas de Bildu».

El colectivo, creado en 2006 para «encontrar caminos hacia la paz» y formado por mujeres de distintas ideologías a excepción del PP, leyó un documento suscrito por sus integrantes. En el acto estuvieron representantes del colectivo pertenecientes a los partidos que lo crearon, a excepción del PSE.

«Miedo al diálogo»

También la izquierda abertzale hizo pública ayer una nota en la que asegura que las declaraciones efectuadas por el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba y el dirigente del PP Federico Trillo demuestran que «son el PP y el PSOE los que deciden quién se puede presentar a las elecciones y quién no».

A su entender, después de tener ya a unas 40.000 personas con «sus derechos civiles y políticos cercenados», PSOE y PP quieren extender ahora su «caza de brujas» a «todo independentista de izquierdas». Para la izquierda abertzale esto no es una demostración de fuerza del Estado, sino una muestra de «miedo al diálogo libre y democrático».

Ante esta situación, llama «los agentes de la mayoría política y social» a «aglutinar fuerzas» para impedir que el Estado pueda acabar con «la nueva era abierta en Euskal Herria».