CRíTICA cine
«La legión del águila»
Mikel INSAUSTI
El cine anglosajón trata de hacerse con el peplum a partir del mito histórico de la desaparición de la Novena Legión al otro lado del Muro levantado por Adriano en Britania, y es de agradecer que cada realizador aborde el tema de forma distinta, porque en nada se parece el “Centurión” de Neil Marshall a este “La legión del águila” de Kevin Macdonald. En principio porque la nueva película se basa en un clásico de la literatura de aventuras escrito por Rosemary Sutcliff a mediados de los 50, y que ya fue adaptado para la televisión por la BBC en los 70. El documentalista escocés aporta ahora su visión sobre la identidad nacional, al presentar a las tribus celtas defendiéndose del invasor romano. Remarca así el concepto del choque cultural, identificando la antigua Caledonia con el actual territorio de Escocia. Una guerra entre pueblos que traslada también al ámbito personal, por cuanto el relato se centra en la relación entre el amo romano y el esclavo celta, encarnados respectivamente por Channing Tatum y Jamie Bell.
A fin de acentuar la total oposición entre las tribus celtas y los soldados del Imperio Romano, “La legión del águila” se permite una serie de licencias en torno a la inclusión del idioma gaélico, con tal de representar a los resistentes de Caledonia como un pueblo con una cultura identificable y desarrollada, y no como a unos bárbaros del Norte, que es lo que se venía haciendo en el cine hasta la fecha. Fueran pictos o pertenecieran a otra etnia, no se puede negar el fundamento antimperialista de la lucha de aquellos guerreros. Kevin Macdonald acierta además a dramatizar tal sentimiento basado en los rasgos diferenciales, mostrando las contradicciones que encierra la historia de amor-odio entre el centurión Marcus Aquila y el esclavo Esca, enmarcada en la grandiosidad de unos paisajes naturales escoceses que propician una mirada introspectiva al margen de la pura acción, sin que por ello se renuncie a la crudeza de unas realistas secuencias bélicas.
