Unics Kazan aplicó el «rodillo soviético» en la Final Four de la Eurocup
Unics Kazan es el líder de la Liga Rusa, de la Liga Báltica, y ha pasado por encima de sus rivales en la Final Four de la Eurocup en Treviso. Un equipazo de Euroliga formado sin prisas en tiempos de crisis, que amenaza la hegemonía del CSKA y va a convertirse en un hueso duro de roer.
Arnaitz GORRITI
El Cajasol soñará con esta jugada: bloqueo directo frontal entre Marko Popovic y Macej Lampe, pase del base croata a la continuación del pívot polaco, y dos puntos más -acabaría con 26, más 11 rebotes- al zurrón. Si el cambio era poco agresivo, Popovic -MVP de la final con 18 puntos y 11 asistencias- penetraba o lanzaba ante Triguero. En el peor de los casos, pase a la continuación, pase extra para el triple de Kelly McCarty desde la esquina, o sino éste para Terrell Lyday o al propio Popovic con tal de acabar la jugada. Resultado final: 92-77 en la final de la Eurocup.
En realidad, el Unics Kazan pasó el rodillo al más puro estilo del baloncesto soviético de antaño: 32-16 a su favor tras los diez primeros minutos, y luego a verlas venir.
El cuadro andaluz, donde destacaron Bullock, Triguero y el iruindarra Txemi Urtasun -que logró 15 puntos y 3 rebotes en su primera gran final-, llegó a ponerse a siete puntos, 55-48, mediado el tercer cuarto, gracias a una presión asfixiante, llegando incluso a tener opciones en el último cuarto.
Pero los hombres de Evgeny Pashutin, todos ellos curtidos en la Euroliga -o como Macej Lampe, con experiencia en la NBA-, no perdieron la calma ni dejaron que el entusiasmo hispalense los acogotase. Jugaron con las ansias de su rival y, haciendo gala de un juego sencillo y con las ideas claras, volvieron a abrir la diferencia hasta rozar los 20 puntos: 89-70. Los últimos minutos, con las hinchadas en plena algazara en el Palaverde de Treviso, fueron una fiesta para la emergente estrella del baloncesto ruso.
Buscando más títulos
«Para un equipo ruso como el nuestro no es nada fácil estar arriba, pero este triunfo supone un gran paso adelante. Para la ciudad de Kazan poder acceder a la Euroliga había sido un sueño durante muchos años, pero ahora lo hemos conseguido», reconocía emocionado el técnico del Unics, Evgeny Pashutin, que se doctoró definitivamente después de haber probado con éxito el banquillo del CSKA de Moscú el año pasado.
El Unics Kazan ha realizado una Eurocup casi impecable. Ha ganado 13 de los 16 partidos que ha disputado y ha pasado por encima de sus rivales en la Final Four de Treviso. En semifinales machacó por 87-66 al Cedevita Zagreb -uno de los tres conjuntos capaces de derrotar a los de Pashutin, en la última jornada del Last 16, con el billete a Treviso ya en la mano, por 84-88-, con una exhibición en toda regla de Terrell Lyday, que logró 27 tantos, 5 rebotes, 4 robos y 3 asistencias.
Asimismo, es líder de todas las competiciones en las que participa, tanto en la Liga Rusa, como en la Liga Báltica. En la competición doméstica -la PBL- suma 15 victorias, una más que el Lokomotiv de Krasnodar, el Khimki y el CSKA de Moscú. Y también lidera la Liga Báltica -la VTB-, en este caso empatado con el CSKA de Moscú, clasificados ambos para la Final Four por el título. Los de Pashutin jugarán la semifinal ante el Khimki este viernes. Si ganaran, se enfrentarían en la final del sábado al ganador del duelo entre CSKA y Azovmash. Es decir, que los de la capital de la República de Tartaristán pueden sumar otro título esta semana.
Decepción de la Benetton
Volviendo a la Final Four de Treviso, decepcionó la Benetton, el conjunto anfitrión, que está lejos de lo que fue en sus mejores días. A pesar de jugar en su feudo, el Palaverde fue testigo de cómo el Cajasol se clasificaba para la final, tomándose cumplida venganza de la derrota sufrida en el Last 16, con un partidazo de Tariq Kirksay, Paul Davis y el sempiterno Louis Bullock. El 63-75 final echaba por tierra las ilusiones del cuadro entrenado por Jasmin Repesa de volver a ganar un título, huérfano de éxitos desde que ganara la Copa de Italia de 2007.
Mientras el cuadro hispalense se aseguraba volver a la Eurocup el año que viene -algo clave en su crecimiento, ya que apenas les quedan opciones de logran clasificarse para los play offs de la ACB-, los italianos debían jugar una triste final de consolación, en la que redondearían su decepcionante participación -con especial énfasis en el ex Bruesa GBC Devin Smith, que no brilló a la altura que lo ha llevado a estar en el quinteto ideal del torneo-, cayendo por un triste 57-59 ante el Cedevita de Zagreb, que cerraba con una meritoria tercera plaza su estreno en competición europea.
En los últimos años el baloncesto ruso ha vivido el ascenso y la muerte de varias estrellas fugaces, como el Dynamo de Moscú o el Khimki. El Unics Kazan podría ser el último ejemplo, aunque parece que su andadura viene marcada por un mayor aplomo.
El cuadro de la «tercera capital de Rusia» -legalmente constituida como tal desde abril de 2009-, nació en 1991, y ha conocido un pausado ascenso, desapercibido ante el brillo de otros «hermanos mayores» de su país.
Sus primeros avisos datan de los años 2001 y 2002, cuando obtuvo el subcampeonato de Rusia, por detrás del CSKA. Un triunfo en la prórroga por 81-82 ante el equipo del Ejército Rojo dio al Unics su primera Copa de Rusia, en 2003.
Otra Copa rusa, la del año 2009, y la FIBA Cup de 2004 eran los otros éxitos de un equipo que crece sin pausa y que al fin, con su triunfo en Treviso, da el paso más importante de su vida: llegar a la Euroliga. A. G.