Un acuerdo negativo para los trabajadores
Iberdrola ha llegado a un preacuerdo con los sindicatos CCOO, SIE, Atype y USO para que las subidas salariales de sus empleados estén vinculados a los resultados de la compañía y no a la evolución del IPC en el próximo convenio. Se trata, a la vista de lo difundido, de un mal acuerdo para los trabajadores de la eléctrica y que sienta un negativo precedente para los intereses de la clase trabajadora.
La relación entre los salarios y la carestía de la vida, de forma que aquellos no pierdan poder adquisitivo por causa de la inflación, es un derecho conquistado que garantiza una mínima estabilidad a quienes dependen de la nómina para llegar a fin de mes, y que debería quedar al margen de coyunturas económicas. Porque, más allá de las cifras concretas del próximo convenio en Iberdrola, lo que con este acuerdo están haciendo los sindicatos firmantes es abrir la puerta a futuros retrocesos salariales. Negociar una horquilla salarial en función de los resultados, una vez garantizada una mínima base ligada a los precios, puede ser una buena medida para incentivar la actividad empresarial, pero dejar al margen el factor de la inflación pone en riesgo derechos adquiridos hace décadas a base de lucha obrera. Seguir la senda de Angela Merkel, líder de la derecha europea, no parece buena opción para quien dice representar el interés de los trabajadores.