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Declaración del Acuerdo de Gernika

El Acuerdo de Gernika exige «compromisos irreversibles» con la paz a ETA y a los estados

Ante los graves sucesos de los últimos días como el tiroteo, las denuncias de tortura, la muerte de Mikel Ibáñez y la conculcación de derechos civiles y políticos, demanda a ETA que se reafirme en los compromisos del alto el fuego y a los gobiernos español y francés, que cesen en la represión.

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

Los firmantes del Acuerdo de Gernika hicieron pública ayer una declaración en la que, tras repasar una serie de sucesos de los últimos días que consideran «de gran gravedad», realizaron un llamamiento explícito a ETA y a los gobiernos español y francés para que «actúen con responsabilidad y tomen un compromiso firme e irreversible con la paz».

En la comparecencia de ayer, Edurne Iriondo y Beñat Zarrabeitia leyeron, en euskara y castellano respectivamente, un escrito ante los medios de comunicación en el que se indica que lo ocurrido estas últimas semanas ha preocupado a los firmantes del Acuerdo de Gernika y afirma que «a día de hoy Euskal Herria está todavía lejos del escenario de paz y normalización política que buscamos».

El repaso de acontecimientos parte del tiroteo que se produjo en el Estado francés y recoge también la muerte del preso político vasco Mikel Ibañez, las euroórdenes que se aplican a jóvenes independentistas, lo ocurrido en torno a la excarcelación de José María Sagardui, Gatza, las denuncias de torturas de los últimos detenidos y las conculcaciones de derechos civiles y políticos que se están dando en el contexto electoral.

Superar el ciclo de violencia

Una vez descrito el contexto, los firmantes del Acuerdo de Gernika hacen una serie de llamamientos, que comienzan por el emplazamiento a ETA a reafirmarse en sus compromisos de la declaración de alto el fuego, «manifestando de dicho modo su voluntad inequívoca para superar definitivamente el ciclo de confrontación armada».

A este emplazamiento le siguen dos exigencias. La primera al Estado francés, para «que cese en su dinámica de acoso y persecución a todos los niveles», puesto que también está en sus manos contribuir a la normalización. Y la segunda, al Estado español para que, por un lado, «cese su estrategia represiva» y, por otro, para que «deje inmediatamente de vulnerar los derechos humanos y los derechos civiles y políticos de miles y miles de ciudadanas y ciudadanos vascos».

Verificación internacional

Los firmantes del Acuerdo de Gernika consideran que resulta urgente la creación de una comisión de verificación del alto el fuego decretado por ETA, puesto que ello contribuiría a dotar al escenario de paz del «máximo de garantías».

En este apartado, piden también que los estados español y francés «reconozcan dicho mecanismo de verificación».

Por último, se hace una invitación al conjunto de la ciudadanía vasca a «unir fuerzas en torno a la hoja de ruta del Acuerdo de Gernika», desde la convicción de que la propia ciudadanía ha de ser la protagonista de la resolución del conflicto, y de que el camino emprendido es el adecuado.

Invitación a la esperanza

Junto a la evidencia de que los últimos acontecimientos «nos alejan del escenario propicio» para resolver el conflicto, también señalan que «todos y cada uno de ellos» muestran que «el Acuerdo de Gernika es la imprescindible hoja de ruta para la resolución democrática del conflicto político».

A su entender, «el conflicto político sólo se puede resolver mediante el diálogo y la negociación política entre todas las partes implicadas. Y dicho diálogo y negociación política sólo se pueden dar en un escenario sin violencia y de normalización política. Es decir, el escenario de no violencia y normalización política es precisamente áquel que sólo se puede dar desde el cumplimiento de todas y cada una de las solicitudes que se hacen en el Acuerdo de Gernika. Es ese escenario el que creará las condiciones necesarias para ese diálogo y esa negociación tan necesarias».

La declaración hecha pública ayer finaliza invitando a la ciudadanía a la esperanza y concluye con un rotundo «lo vamos a conseguir».

Llamamientos

1.- Hacemos un emplazamiento directo a la organización ETA para que se reafirme en los compromisos adquiridos el 10 de enero, manifestando de dicho modo su voluntad inequívoca para superar definitivamente el ciclo de confrontación armada.

2.- Exigimos al Estado francés que cese en su dinámica de acoso y persecución a todos los niveles, puesto que también en sus manos está que la presente situación política pueda evolucionar a un escenario de paz y normalización política.

3.- Exigimos al Estado español que cese su estrategia represiva y que deje inmediatamente de vulnerar los derechos humanos y los derechos civiles y políticos de miles y miles de ciudadanas y ciudadanos vascos.

4.- Solicitamos que, para que el escenario de paz y normalización política pueda contar con el máximo de garantías, se cree cuanto antes la comisión de verificación del alto el fuego permanente y unilateral decretado por ETA. Asimismo, pedimos a los Estados español y francés que reconozcan dicho mecanismo de verificación.

5.- A la ciudadanía de Euskal Herria la invitamos a unir fuerzas en torno al Acuerdo de Gernika, puesto que apostamos por este proceso como el  proceso de los y las ciudadanas vascas. Es nuestro momento, el momento de la gente de a pie. En nuestras manos está la resolución del conflicto.

«El tiroteo va en contra de lo exigido a ambas partes»

La descripción de los «graves» sucesos de los últimos días comienza con el tiroteo en el que resultó herido un gendarme francés. Los firmantes señalan que, aunque todavía sólo se cuente con la versión de una parte y pidan más información sobre lo ocurrido, tienen «claro» que «dicho tiroteo va en contra de lo exigido tanto a ETA como a los estados español y francés en el Acuerdo de Gernika». Por ello, solicitan a ambas partes que «ante la importancia de la situación política que vivimos actúen con responsabilidad y tomen un compromiso firme e irreversible con la paz». Y añaden que «ni la sociedad vasca, ni el conjunto de firmantes del Acuerdo de Gernika quieren que vuelvan a darse enfrentamientos armados».

Un apartado especialmente contundente de la declaración leída ayer es el referido a las últimas detenciones y las denuncias de torturas. En el escrito se recoge que las detenciones de Legorreta y Bera «han traído de nuevo la oscura sombra de la tortura a Euskal Herria». A continuación señalan que «desde que se inició este proceso lo hemos tenido que decir en demasiadas ocasiones, pero lo vamos a volver a repetir: hay que acabar con la situación de incomunicación en comisarías y cuartelillos porque la incomunicación posibilita el uso impune de la tortura». Y la denuncia se muestra contundente al recoger que «hace demasiado tiempo que Guardia Civil y torturas salvajes son sinónimos en Euskal Herria, ya es hora de acabar con la impunidad uniformada. En el camino a la normalización política y la paz, el Estado español ha de tomar medidas concretas para acabar con la utilización impune de la tortura».

Los firmantes del Acuerdo de Gernika denuncian «lo que han tenido que sufrir en los últimos años el preso político vasco Mikel Ibañez y sus familiares». Explican que «el Estado español sólo decidió ponerlo en libertad cuando sabía que le quedaban pocos meses de vida haciendo una nueva demostración de que su política penitenciaria conculca derechos humanos básicos de continuo.

También consideran que el impedir que un ex preso que después de 31 años de cárcel vuelve a casa pueda ser recibido en su propio pueblo con normalidad no ayuda. «No es propio de estados democráticos el tratar de impedir que realidades políticas y sociales que existen puedan manifestarse con libertad», constatan. I.I.

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