Dos soldados afganos murieron ayer en un atentado inédito contra el Ministerio de Defensa en Kabul, reivindicado por los talibanes, quienes después afirmaron que el objetivo de su ataque era el ministro francés de Defensa, Gerard Longuet, de visita en el país.

Longuet, sin embargo, no se encontraba en la sede del Ministerio en el momento del ataque.

«Una persona que llevaba el uniforme del Ejército afgano disparó contra sus compañeros, mató a dos soldados e hirió a siete más antes de ser ultimada», señaló el portavoz de Defensa, Mohamad Zahir Azimi.

Agregó que, al examinarse el cadáver del autor del atentado, se descubrió que portaba un cinturón de explosivos.

Una fuente militar bajo condición de anonimato indicó que tres insurgentes, incluido el que llevaba el uniforme del Ejército, fueron ejecutados tras lograr acceder al Ministerio, ubicado frente al palacio presidencial, en pleno centro de Kabul.

Un portavoz de los talibanes Zabihulah Muyahid dijo por teléfono que «la razón de este ataque es la invasión de Afganistán por parte del Ejército francés».

Longuet, quien llegó a la capital afgana la mañana del domingo, tenía previsto entrevistarse ayer con varios dirigentes afganos, entre ellos su homólogo, Abdul Rahim Wardak.

El Elíseo duda

No obstante, desde el Ministerio francés de Defensa, además de condenar lo sucedido «con la mayor firmeza» indicaron que «nada permite indicar» que Longuet fuera el objetivo del atentado.

«No sabemos si la reivindicación que han hecho los talibanes es verídica. Pero creemos que han aprovechado la presencia de una autoridad internacional para darse publicidad», indicó la fuente.

«No había entrevistas previstas en el Ministerio» afgano cuando se produjo el ataque, agregaron. El resto de la agenda de Longuet no fue revelado.

Una fuente que se dedica a labores de seguridad, que también solicitó permanecer en el anonimato, aseguró que Wardak salió ileso del atentado.

Por otro lado, seis policías fallecieron por la explosión de una mina de fabricación artesanal, arma habitual de los talibanes, en el centro de Afganistán.

«Los policías se dirigían al cuartel de la Policía en la ciudad de Ghazni cuando su vehículo pisó una mina artesanal», declaró Delawar Zahid, jefe policial de la provincia de Ghazni.

«El vehículo ha sido destruido completamente, ningún ocupante ha sobrevivido», añadió.