Siete años después, la mayoría sindical vasca volverá a celebrar de forma conjunta el Primero de Mayo, y lo hará para estar «a la altura de las circunstancias» en un momento en el que gran parte de las conquistas sociales y laborales de la clase trabajadora están siendo cercenadas. La situación es «grave», según admitieron ayer los máximos responsables de ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e Hiru, que llamaron a participar en el acto de Bilbo. En el mismo, reivindicarán que los trabajadores y trabajadoras vascas deben decidir sus condiciones laborales, y recordarán que existe alternativa al modelo impuesto por la ola neoliberal que está sacudiendo el planeta.

Probablemente hay más razones que nunca para una convocatoria unitaria que, además, sucede a otras movilizaciones conjuntas de la mayoría sindical, como las tres huelgas generales convocadas en menos de dos años, o la reciente marcha a Madrid. Es en las dificultades donde los agentes deben estar a la altura de las circunstancias, y esto vale para el ámbito sindical como para otros espacios de la sociedad. Con su apuesta por la unidad y movilización, los sindicatos vuelven a dar ejemplo.