Los mercados pasaron el susto del día anterior, cuando S&P colocó en perspectiva negativa la deuda de largo plazo de EEUU ante los desacuerdos políticos para controlar el déficit presupuestario. Los inversores, asumido el inesperado golpe de la agencia de rating, optaron por volver la vista a las cuentas empresariales y los esfuerzos para negar la reestructuración de la deuda griega, inevitable ya para muchos analistas de acuerdo a la inasumible rentabilidad de sus bonos. De este modo, se quedaron con los buenos números y perspectivas de grandes compañías como Tesco, SabMiller, Infineon, Goldman Sachs o Johnson&Johnson para asentar el rebote tras la alarma provocada por S&P. Pese a todo, planea sobre las bolsas la posibilidad de nuevas complicaciones para la deuda de los estados periféricos europeos, más allá incluso de la crítica situación de las cuentas públicas griegas y de las desavenencias en la UE sobre la mejor solución del problema. Al cierre, el Ibex rebotó un 0,31%, hasta los 10.376,50 puntos. Las ganancias abarcaron al conjunto de los índices europeos. Fráncfort recuperó un 0,18%, Londres, un 0,46%, y París, un 0,70%. En el Ibex, el mejor fue Sacyr (+4,42%). También recobraron el aliento los dos grandes bancos, Santander (+0,61%) y BBVA (+0,71%), vapuleados por los problemas de deuda. Por el contrario, los bancos medianos encajaron los mayores recortes. Sabadell cayó un 2,41%, Bankinter un 1,11%, y Popular un 0,96%. En París, la gran estrella fue el grupo de lujo LVMH, que saltó un 4,97% al aumentar sus ventas un 17% en el primer trimestre.