Burkina Faso nombra a un nuevo primer ministro para poner fin a los disturbios
GARA
El hasta ahora embajador de Burkina Faso en París y periodista de profesión, Luc Adolphe Tiao, será en adelante el primer ministro de ese país africano. Así lo hicieron saber ayer miembros del régimen de Blaise Compaoré mediante una nota oficial, después de que el presidente destituyera el viernes a Tertius Zongo. De ese modo, y junto a los otros nuevos nombramientos realizados anteayer en la Gendarmería, el Ejército y las Fuerzas Aéreas, el jefe de Estado espera que la ola de violencia desatada esta última semana en el país amaine, y que los soldados levantados en rebelión se depongan su actitud, poniendo fin a los disturbios.
Desde el pasado jueves, soldados descontentos con el sistema del presidente Compaoré protagonizan un motín militar en la capital Uagadugu y sus inmediaciones, llevando a cabo saqueos en tiendas y quemando de sedes del gobernante partido Congreso para la Democracia y el Progreso; a los citados actos se han sumado comerciantes, estudiantes, empresarios y varios de cientos de ciudadanos descontentos con los altos precios de los alimentos, con la brutalidad policial y la delincuencia. El país viene sufriendo estos ataques desde el pasado de febrero, cuando varios miembros de la Guardia Presidencial fueron arrestados bajo una acusacion de prostitución.
Sin embargo, sin tener muy claro el germen de las protestas, los analistas consideran que el descontento popular hacia el régimen está en el origen los disturbios; Compaoré llegó al poder en 1987 mediante un golpe de Estado, y aunque en las elecciones del pasado noviembre alargó su mandato cinco años más, la presión que ejercen el Éjercito y la población en los últimos meses ha contribuido a reducir el poder del mandatario.
Situación de «tensa calma»
Después de que anteayer los disturbios se expandieran a las ciudades de Po, Tenkodogo y Kaya, generando varias protestas y disparos al aire de los soldados amotinados, fuentes del Gobierno aseguraron que la situación ayer era de «tensa calma». No obstante, en la ciudad de Gorom-Gorom aseguraron haber oído algun que otro disparo.
Precisamente, un grupo del Regimiento de Seguridad Presidencial ¯la unidad especial en la que comenzaron las protestas militares¯ hizo ayer público un comunicado en el que pedían el cese de los ataques: «Pedimos al pueblo, a nuestros superiores y a las autoridades disculpas por las molestias que hemos causado», aseveró el soldado Abdoulaye Moussa.
«Instamos a nuestros compañeros de armas de todo el país a detener las manifestaciones y tener en cuenta el daño que se puede causar a la población civil, a la que se supone que tenemos que proteger y defender», añadió.
Ante la posible recapitulación de los soldados, el Gobierno se mostró ayer dispuesto a iniciar contactos para acabar con el motín y explicar a los militares las medidas que el Gobierno prevé adoptar para mejorar sus condiciones de vida.