«Country Strong» pretendía ser el equivalente femenino a «Crazy Heart», película con la que un año antes Jeff Bridges había conseguido el Oscar de Mejor Actor. El resultado ha sido tan inferior que la estelar Gwyneth Paltrow no salió nominada al Oscar de Mejor Actriz, teniéndose que conformar con la nominación a la Mejor Canción por «Coming Home». Ella misma interpretó el tema en directo durante la ceremonia de los Óscar, lo que le valió como escaparate, al lograr un contrato discográfico con Atlantic Records. Visto el registro de su voz, es de esperar que dicha grabación se oriente hacia la música pop, en lugar de hacia el country. Su forma de cantar no desentona en «Country Strong», gracias a que la película de Shana Feste no aborda el mundo de la auténtica música country, reflejando la orientación de este estilo hacia las listas de éxito y su fusión con el pop dentro de su vertiente más desarraigada y comercial.

Es así, porque el argumento es el del consabido falso biopic para el horario televisivo de sobremesa. «Country Srong» es una acumulación de topicazos sobre las estrellas de la canción. Empezando porque la que nos presenta está en decadencia por culpa de su adicción al alcohol, y a la salida de su estancia en un centro de rehabilitación se embarca en una gira organizada por el marido, que es también su manager, para intentar relanzar su maltrecha carrera. Pero la reaparición en público resulta un desastre, debido a que la emparejan con una reina de la belleza que demuestra saber cantar, contra todo pronóstico, junto a un telonero que se encuentra en una opuesta trayectoria ascendente.

El papel del marido y manager recae en el cantante de country Tim McGraw, quien sospechosamente sólo participa en un dueto con la protagonista, negándose a cantar en más temas. Son el actor Garrett Hedlund y la actriz Leighton Meester los que cantan la mayoría de composiciones incluidas en la descafeínada banda sonora, salvo por un corte de Lee Ann Womack.