Liberan al secuestrado testigo de una causa por un crimen de la dictadura argentina
GARA | BUENOS AIRES
«Apareció anoche, gracias a Dios con vida», confirmó Gabriela Scopel, la abogada de Víctor Martínez, el testigo en la causa por la muerte en 1977, durante la dictadura en Argentina, del obispo Carlos Ponce de León, que había desaparecido días antes. Scopel señaló que Martínez, que fue liberado por sus secuestradores, se hallaba «bajo los efectos de ansiolíticos o de alguna droga que le impedía caminar correctamente» y estaba «muy confundido y balbuceante», y agregó que sólo alcanzó a contar que «lo tuvieron en una habitación, que lo trataron bien, que no le pegaron, que le daban de tomar pastillas y que le decían qué tenía que decir», publicó el diario argentino «Página 12».
Víctor Martínez, que fue visto por última vez el día 14, era el único acompañante del obispo Ponce de León cuando el 11 de julio de 1977 tuvo lugar un accidente en el que murió el religioso, caso que es investigado por la justicia ante sospechas de que se trató de un atentado. El testigo, que tenía 19 años, estuvo secuestrado tras el accidente en una base de la Prefectura Naval, donde cumplía el servicio militar.
Ponce de León se opuso a la represión desatada por el régimen militar e intercedió por activistas secuestrados.
En setiembre de 2006 desapareció el albañil Jorge Julio López, de 77 años, tras declarar en un juicio que concluyó con cadena perpetua para el ex jefe policial Miguel Etchecolatz por genocidio y apropiación ilegal de niños.