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PAPELES DE WIKILEAKS SOBRE EUSKAL HERRIA

Wikileaks delata la indecisión del PSOE en el último proceso

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Ramón SOLA |

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero utilizó el argumento de la opinión pública como un freno durante el proceso de negociación realizado entre 2005-2007, y continúa haciéndolo hasta el día de hoy. La negativa a cancelar la ilegalización o la política carcelaria han sido justificadas, directa o indirectamente, por la supuesta incomprensión que ello generaría en la ciudadanía española. Sin embargo, las conversaciones privadas Madrid-Washington reveladas por los últimos papeles de Wikileaks indican que sí veía colchón social suficiente para arriesgar. El 17 de mayo de 2005, un alto representante del Gobierno del PSOE reveló a la Embajada estadounidense que sus sondeos mostraban que «una fuerte mayoría de ciudadanos españoles apoya el diálogo para el fin del conflicto vasco».

El dato aparece en los últimos papeles de Wikileaks sobre Euskal Herria, difundidos en su web por el diario ``El País'', que lleva el ritmo de la filtración masiva en el Estado español merced a un acuerdo con el medio digital de Julian Assange.

El cable en cuestión fue elaborado por la diplomacia estadounidense en Madrid el 18 de mayo, un día después de que la Embajada se entrevistara con Diego Iñiguez, según explica. Acababa de aprobarse la resolución del Congreso de los Diputados, impulsada por el PSOE, que abría la puerta al diálogo oficial con ETA en determinadas condiciones y que se materializaría un año después (aunque ahora se sabe que en realidad Gobierno y ETA ya hablaron en secreto en ese verano de 2005).

Por aquel entonces, Diego Iñiguez Hernández era director adjunto de la oficina de la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, y la Embajada de EEUU le atribuye labores como buscar apoyos parlamentarios para la resolución del Congreso. En setiembre de 2010, el Boletín Oficial del Estado publicó que ha sido destinado al puesto de consejero de Información en Berlín.

Elecciones vascas, la prueba

El cable explica que Diego Iñiguez transmitió que las decisiones en este terreno eran tomadas al máximo nivel, por un gabinete formado por Zapatero, De la Vega, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Blanco. También dijo que el Gobierno asumía cierto riesgo con la iniciativa, pero que las encuestas constataban ese «fuerte apoyo al diálogo».

La Embajada no cuestiona esta percepción. Es más, en el último apartado de este mismo cable viene a decir que las elecciones al Parlamento de Gasteiz -que se habían celebrado en abril- coinciden con esa tesis.

Según explica a los responsables de Washington, antes del paso por las urnas se había barajado la posibilidad de que el PNV, con Juan José Ibarretxe al frente y la consulta como bandera, lograra la mayoría absoluta. «Pero ha perdido escaños en favor tanto del PSOE como de EHAK», explica la Embajada, que por cierto se refiere a esta última opción como «grupo marxista-leninista».

La Embajada concluye de todo ello que el PSOE ha rentabilizado en Euskal Herria su posición y que otro tanto puede ocurrir en el ámbito estatal.

El análisis es coherente con el que aparecía en los primeros documentos de Wikileaks que fueron revelados a finales del año pasado. Como ya indicó GARA, en un informe del 17 de abril de 2006 -clasificado como confidencial por el embajador Eduardo Aguirre- se recalcaba que el alto el fuego de ETA había cambiado totalmente la relación de fuerzas PSOE-PP. «Ha levantado significativamente la intención de voto del Gobierno y marca un punto de inflexión enorme para el PP en su búsqueda del voto fluctuante [indeciso] de centro». Antes, el 30 de marzo, la misma fuente dejó escrito que el alto el fuego de una semana antes era «la principal victoria política de Zapatero».

La percepción estadounidense

Todo ello viene a reflejar que la Administración estadounidense -o al menos su Embajada en Madrid- veía como un factor positivo las opciones de solución del conflicto en Euskal Herria, aunque no consta que tuviera implicación alguna en su fomento y desarrollo. Cabe recordar, además, que la Administración Bush era mucho más próxima al PP que al PSOE (eran tiempos en que Zapatero no tenía interlocución con la Casa Blanca tras la retirada de las tropas de Irak y de gestos como la negativa a saludar a la bandera de las barras y estrellas en el desfile del 12 de octubre).

De hecho, los cables que van apareciendo con cuentagotas sobre temas muy diferentes dejan claro que la Embajada en Madrid tenía una comunicación muy fluida con el PP, pese a ser el partido en la oposición, y aparentemente bastante mayor que la que mantenía con el Gobierno o con el PSOE.

Los riesgos del PP

Dada esta posición, resulta interesante comprobar también que la Embajada de Washington ve complicada la posición del PP frente a las opciones de solución en Euskal Herria. En el citado cable del 18 de mayo de 2005, ya llama la atención sobre el rechazo del grupo de Mariano Rajoy a la resolución del Congreso. La votación final (con 192 síes al diálogo con ETA y 147 noes) le parece «un acontecimiento político dramático».

Luego está el informe emitido tras la tregua en el que el propio embajador alerta de los perjuicios electorales que puede acarrear al PP el nuevo escenario. Pero incluso tras el fin del proceso la Embajada vuelve a dudar de la actitud de la derecha.

Se constata en un cable emitido el 8 de junio de 2007, tras el anuncio de ETA de que reiniciará su ofensiva armada. La diplomacia estadounidense resume que el PP ha tenido en los dos años anteriores una posición de «no absoluto» («just say no») y de confrontación total con el Gobierno de Zapatero, y que con ello Rajoy «ha caminado por la fina línea que separa el legítimo desacuerdo político con el Gobierno y la utilización del terrorismo para ganar puntos». Por contra, entiende que Zapatero es visto como alguien que ha actuado «de buena fe».

Jihadisten aurka ETAren aurkako legeen «malgutasun bera» eskatu zuten AEBek

2005. urteko apirilean harridura agertu zuen Ameriketako Estatu Batuetako Enbaxadak, martxoaren 11ko atentatuak gertatu ondoren ere, ETAren ekintzaileak jihadistak baino arriskutsuagoak zirela uste zuelako Espainiako iritzi publikoak. «Oraindik ere, espainiarren begiradatik ETAk jarraitzen du erakunde terrorista garrantzitsuena izaten», adierazi zuen.

Uste hori errealitatearekin bat ez zetorrela uste zuten AEBetako ordezkariek. Islamdarren mugimenduak, gainera, ez zirela 2004. urtean hasitakoak nabarmendu zuten, «2001ean hasi baitziren atxiloketak».

Harriduraren ondoren, eskaera ere iritsi zen. Enbaxadaren esanetan, ETAren aurka Estatu espainolak erabili ohi duen «malgutasun maila bera» erakutsi behar zuen islamdarren aurka, betiere borroka horretan AEBak laguntzea xede hartuta. Baina epaile batzuk ez zutela horretarako «prestutasun handirik erakusten» uste zuen enbaxadak.

Bestalde, hainbat hedabidetan behin eta berriro kontrakoa agertu arren, ETA eta jihadisten artean ez zela «inolako loturarik aurkitu» nabarmendu zuen Madrilgo Enbaxadak berak. R.S.

Los papeles reflejan el temor policial en verano de 2009 y ante el 50 aniversario

Otro de los documentos revelados ahora constata el gran temor desatado en las autoridades españolas por la campaña de atentados encadenada por ETA en verano de 2009, sobre todo en Mallorca. Aunque en su momento no se reflejó públicamente esta circunstancia, el cable emitido por la Embajada en Madrid el 3 de agosto liga la «máxima alerta» con el temor a que la organización armada incrementara su acción con motivo del 50 aniversario de su nacimiento.

Los responsables de la oficina de Washington en la capital española comunican que han hablado con Miguel Angel Fernández-Chico, director operativo de la Policía española, y con Miguel Valverde, al que identifican como «comisario general de la Dirección de Inteligencia del Cuerpo Nacional de Policía», y que han sido informados del gran despliegue previsto en Mallorca para proteger a la familia real española.

Cuatro días antes, el 30 de julio, un coche-bomba de ETA había acabado con la vida de dos agentes de la Guardia Civil en Palmanova. La Embajada traslada las dudas existentes sobre el inicio del periodo vacacional de Juan Carlos de Borbón, que se han resuelto decidiendo que finalmente viajará a Marivent, «a unos pocos kilómetros de donde estalló el coche-bomba». Y considera reseñable también el gesto excepcional de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy al viajar juntos al funeral por los guardias civiles, «en una muestra de unidad política».

El cable se detiene además en la explosión producida el 29 de julio contra el cuartel de la Guardia Civil de Burgos. Traslada a Washington que la inexistencia de víctimas mortales es considerada como «un milagro».

En el documento emitido en 2007 tras el fin del proceso de negociación, la Embajada también reflejaba el temor a ETA. Indica que contactos policiales han previsto que habrá atentados, que la organización cuenta con un centenar de militantes, cuatro comandos activos y «fuerte capacidad logística y técnica para fabricar explosivos y coches bomba». R.S.

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