La inteligencia y la destreza se retaron ayer en el frontón Astelena de Eibar. O, lo que es lo mismo, Aritz Lasa e Iker Arretxe disputaron un encuentro intenso, bonito, con detalles de calidad, pero muy errático por parte del delantero de Luzaide, que a la postre lo pagaría muy caro.

El pelotari de Urretxu salió concienciado con la labor que tenía que desempeñar sobre la cancha eibartarra. Con ganas de reivindicarse ante su empresa por no haberle dado una oportunidad entre los mejores el año pasado, el de Aspe se mostró sólido e inteligente durante prácticamente todo el encuentro.

Las cosas comenzaron muy bien para él, ya que, a pesar de errar en el primer tanto del partido, se adjudicó los seis posteriores mediante un gran dominio en el peloteo, un zurdazo al ancho en una postura perfecta y otro golpeo por encima de su adversario que casi salió fuera.

Iker, recital de variedades...

Arretxe II tenía que cortar de raíz ese inicio demoledor si no quería que su rival se distanciase demasiado en el marcador. Así las cosas, respaldado por su padre Fernando Arretxe desde la silla, el navarro le endosó varios tantos gracias a su variedad de remates como la dejada, el gancho de zurda, el saque y una variante de éste último como es el saque-remate.

Estos artilugios le hicieron ponerse 9-8 por delante en el luminoso. Pero, como la inteligencia suele ser un grado más, Aritz Lasa -que también tenía a su padre, Miguel Mari Lasa, de botillero- estudió rápido a su oponente y en el siguiente saque del colorado se adelantó para restar de aire y ponerle nervioso. Y fue un acierto, ya que Iker mandó la pelota arriba tras un breve intercambio de pelotazos.

Los posteriores tantos fueron cayendo de un bando y del otro. Arretxe quería y necesitaba demostrar su experiencia en el Manomanista de Primera, y eso mismo, precisamente, fue lo que le creó nerviosismo y tensión a lo largo del encuentro.

El de Luzaide cometió numerosos errores. Bastan los datos estadísticos para comprobar la importancia que tuvo este factor. Se contabilizaron 11 errores por parte del de Asegarce, mientras que el de Aspe tan sólo cometió dos fallos.

Y de errores

La envergadura de este hecho no se vio reflejado del todo hasta después del 16-14, tras una excelente jugada de Iker que terminó mandando la pelota por encima de su oponente tras restar varias pelotas complicadas.

Fue el último tanto emocionante que pudieron ver los aficionados del Astelena. Aritz Lasa logró empatar el encuentro a 16 y no paró hasta llegar al cartón 22. De hecho, el urretxuarra hizo un parcial de 0-8 para llevarse el triunfo final. En ello contribuyó también Arretxe, que cometió hasta cuatro fallos que dieron la clasificación a su rival para los octavos del Manomanista, donde ya le espera el leitzarra Oinatz Bengoetxea.

A pesar de la importante victoria cosechada, la cara de Aritz Lasa no mostraba felicidad al término del encuentro. Y así lo certificaron después sus palabras: «Estoy contento por ganar, pero con el saque he estado muy mal. Físicamente me he encontrado a gusto. A partir de la segunda mitad del partido me he encontrado mejor».

El guipuzcoano ya piensa en el próximo partido ante Bengoetxea VI, que será «diferente, pero para mí bonito de jugar».