Agotadas las entradas para el choque frente al Valencia
El Sadar será una caldera para la primera de las cinco finales
Walter Pandiani evalúa en tres las victorias que deberá sumar la escuadra navarra en las próximas jornadas para obtener la salvación.
Natxo MATXIN I
Por si había alguna duda, la afición rojilla volvió a dar una nueva muestra de compromiso cuando el equipo más lo necesita. El Sadar será una olla a presión mañana, al menos en la parte que a la grada le toca, después de que se agotasen todas las entradas puestas a la venta, lo que supondrá la mejor entrada de la temporada en el estadio iruindarra.
La hinchada ha respondido con creces al llamamiento del club, que facilitó la adquisición de billetes para los socios -una segunda entrada a cinco euros-, y a la delicada situación en la que se encuentra la escuadra navarra, por segunda vez en lo que va de la presente campaña en puestos de descenso.
Como no podía ser de otra forma, la entidad presidida por Pachi Izco agradeció «el siempre fiel apoyo» de sus seguidores, que han acabado con el papel que salió a la venta en apenas tres días. Un estímulo añadido para los once rojillos que salten al césped quienes deberán, al menos, corresponder con su trabajo y sudor al esfuerzo que han realizado sus incondicionales.
Y es que la caldera en la que se va a convertir El Sadar con la visita del Valencia debe servir de punto de inflexión para retomar la senda del triunfo después de cuatro jornadas consecutivas hincando la rodilla, dos de ellas en propia cancha. El margen de maniobra está más que rebasado y a Osasuna sólo le vale vencer para certificar la renovación de la permanencia.
Para evitarse problemas de última hora, las matemáticas de algunos miembros de la plantilla pasan ineludiblemente por ganar tres de los cinco compromisos que restan de aquí a que finalice la temporada. Es el caso de Walter Pandiani, quien apuntó tal cifra como el objetivo que debe perseguir el equipo en las próximas semanas. «Cada uno vamos a tener que poner más de nuestra parte, el plantel está concienciado en ello y con la cabeza bien puesta en este decisivo choque», explicó el charrúa.
Corregir errores
Y todo pasa por corregir los errores defensivos y mejorar las prestaciones de cara a la portería contraria. En este segundo aspecto debe tener más implicación el delantero uruguayo, algo que él mismo ya reconoce. «Soy el primer dolido por esta situación, ya que si hubiera anotado los 10 u 11 goles de anteriores años al equipo le hubiesen venido muy bien para sumar unos cuantos puntos más», admitió.
Ante eso ya no se puede hacer nada, ahora lo importante es que El Rifle, como el resto de sus compañeros, recuperen el olfato anotador y la seguridad defensiva. Por ganas no van a quedar, ya que según aseguró Pandiani, «vamos a trabajar a muerte para sacar los tres puntos en un encuentro muy intenso en el que hay que ser agresivos en cada disputa de balón, porque si te duermes, habrá problemas».
No sin reconocer que el choque se las trae, ante un rival que ha sumado más puntos fuera que en su propio estadio y que juega de memoria a la contra. «Vendrán muy dolidos por la derrota ante el Real Madrid y se están jugando la tercera plaza. No va a ser nada fácil porque este equipo tiene un potencial muy grande y están en una buena forma», analizó.
Escoció y mucho la contundente derrota que sufrió el Valencia a manos del Real Madrid el pasado sábado, ante la que el técnico che, Unai Emery, va a tomar drásticas medidas. Si nos atenemos a lo visto entre semana, el de Hondarribia podría variar hasta medio equipo -con cambios en todas las líneas- para saltar al césped de El Sadar.
Ricardo Costa, Matieu, Maduro, Banega y Pablo Hernández podrían ser los paganos del sonoro cabreo que se cogió su míster a la finalización del sonrojante choque, los cuales dejarían paso a Dealbert, Jordi Alba, el veterano Albelda, Joaquín y el brasileño Jonás. En total, cinco variaciones para medirse a los rojillos. N.M.
De no cambiar mucho las cosas, este será el último año de Walter Pandiani vistiendo la elástica rojilla y el uruguayo es consciente de ello, pese a que no pierde la esperanza de cara a una posible renovación cuando termine la campaña.
Hasta entonces, el delantero charrúa se dejará la piel por salvar a su actual equipo. «Voy a darlo todo por Osasuna porque este club me ha dado mucho a mí en los últimos años», declaró.
Aunque al atacante le gustaría seguir en la disciplina rojilla, lo cierto es que nadie de la entidad navarra se ha puesto en contacto con él para negociar tal extremo, después de que no llegase a los números para su renovación automática.
«Me da pena no haber cumplido los veinte partidos que estaban estipulados», consecuencia sobre todo de las continuas lesiones, una circunstancia «que algún día tenía que llegar porque he tenido mucha suerte hasta ahora», dijo. N.M.