Atentado de Marrakech: autoría desconocida y Al Qaeda como «culpable preferido» por sistema
Las pistas sobre la autoría del atentado de Marrakech siguen abiertas en todas las direcciones. Imaginar cualquier otra responsabilidad que la de Al Qaeda en el Magreb Islámico resulta, a priori, muy difícil. Atribuir el atentado a una de las muchas cohortes de Bin Laden resulta accesible y de fácil venta al público. ¿La táctica? Matar occidentales, poner en un aprieto a los responsables locales de seguridad y dañar la industria del turismo y, por tanto, indirectamente al régimen local considerado anti islámico. Una explicación «perfecta», ampliamente difundida, convertible en una «verdad» fabricada.
Documentos de la policía secreta de Mubarak que fueron rescatados de la sede asaltada por manifestantes y colgados en internet, demuestran que el ministro de Interior ordenó los ataques con coche-bomba de junio del 2005 en Sharm el-Sheik. Fueron atribuidos a una escisión de Al Qaeda desconocida hasta el momento y tendrían por objeto el control de Gamal Mubarak, hijo del autócrata, sobre la potente industria del turismo de la zona. Es aventurado atribuir la responsabilidad del atentado de Marrakech. Pero también es peligroso hacer de Al Qaeda el «culpable preferido» por sistema.