Raimundo Fitero
Hache líquida
Inaugurar un nuevo programa con una entrevista de larga duración a José Luis Rodríguez Zapatero, parece la peor manera de bautizar televisivamente un nuevo proyecto, como es «Con Hache de Eva», que ocupa en La Sexta el espacio de la parrilla que hasta la semana pasada era de «El Club de la Comedia», presentado, precisamente, por Eva Hache. El formato es de manual: una mesa, dos sillones, invitados y entrada de cómicos para aliviar un poco la sensación de nadería. Si uno es ZP, se puede imaginar que probablemente llame la atención de la audiencia más despistada, pero que a su vez marque de manera indeleble el programita como tendencioso, de humor con hache líquida, es decir sin apenas interés.
Los formatos no son buenos ni malos, sino que deben tomar personalidad con los contenidos y con los fijos discontinuos que además de la presentadora son los que marcan el tono general, sin olvidarse de que la elección de los invitados es fundamental. Hay una larga tradición de programas clónicos, de formato de espectáculo de palabras, incluso Eva Hache tuvo en su anterior etapa televisiva en Cuatro un programa diario de estas características que fue tomando mucho relieve, donde eran los cómicos colaboradores y los monólogos de ella quienes mantenían un nivel muy alto de buen humor, sarcasmo y posicionamiento político. Los invitados eran casi un adorno.
En cambio, en este retorno, no la hemos visto a gusto. De presentadora de «El Club de la Comedia», se la veía entregada, lúcida, rápida, comunicativa, comiéndose los guiones, las cámaras, traspasando, pero aquí tan apoyada en un guión, con invitados tan obvios, colaboradores que entran de una manera tan forzada, la fórmula no parece funcionar. Puede ser que este arranque sea confuso y vayan variando sus contenidos para hacerlos más atractivos, porque ha empezado con un resultado de audiencia suficiente, no ha superado al club, teniendo a ZP y Martina Klein, lo que debe disparar las alertas. Otras apuestas han fallado en esta franja horaria tan delicada y más con los días tan largos, el calor, las terrazas. Le sigue «Salvados», en su lugar habitual y con otro presunto «El Yoyas», que le da más aire canalla.