No sin sufrir, Itxako se despidió ayer de la liga con un triunfo ante el correoso Elche que debe servir para cargar las pilas de optimismo de cara a la final de la Champions del sábado ante el Larvik en el Anaitasuna.

Le costó a Itxako mandar en el ritmo de juego para así alcanzar el dominio en el marcador. Las primeras ventajas fueron de un Elche muy combativo y que saltó a la pista con intención de correr el contraataque. En defensa aprovecharon las numerosas indecisiones y pérdidas de balón de un Itxako que tardó mucho en marcar la velocidad acostumbrada.

Pero el dominio amarillo era cuestión de tiempo. Un par de ajustes defensivos, las recuperaciones de Tervel en el avanzado y un par de rápidas transiciones voltearon la tendencia inicial y para el descanso la ventaja local era ya de 14-8.

En la reanudación las locales arrancaron con los bioritmos muy bajos y de esa forma el equipo visitante fue limando diferencias, 17-13 en el minuto 13, 18 a 15 tres minutos después y a continuación el 18 a 16 arrancaba gritos de ánimo desde un graderío sesteante. Fue suficiente pisar de nuevo el acelerador, aunque no a fondo, para dejar las cosas en su sitio y dejarse llevar en los últimos diez minutos. Aún y todo Itxako trabajó de cara al sábado, con defensas avanzadas ofreciendo variables al 6-0 habitual.

Bera Bera, despedida en Sagunto

Bera Bera despide esta tarde (20.00) la temporada en la cancha del Mar Sagunto. Las donostiarras jugarán su último partido ante el tercer clasificado, al que quieren doblegar para terminar con buen sabor. Pase lo que pase, las donostiarras acabarán la Liga en quinto lugar.