Daniel Irigoien, Felix Jamar y Victor Burusko En representación de más de 20 cargos públicos del Pirineo
En defensa de los habitantes del Pirineo
Hemos subsistido mediante el aprovechamiento de los recursos naturales de que disponemos. Hoy no por nuestra culpa, sino por abandono de los responsables gubernamentales, nos encontramos en esta situaciónLos firmantes de esta carta, cargos públicos de diferentes entes del Pirineo, lo hacemos ante la necesidad de dar a conocer una realidad, la de las personas o habitantes históricos de los pueblos del Pirineo. Como casi siempre seguimos siendo ignorados, incluso cuando desde fuera se escriben, argumentan o defienden posiciones en relación al gran patrimonio natural de nuestros valles. Olvidan que en ellos, tan viejos y legítimos como cualquier especie y responsables de que hoy todas ellas se mantengan vivas, hemos estado las personas que habitamos el Pirineo.
Parece ser que quienes vivimos en los valles pirenaicos, necesitaremos de alguna organización proteccionista para poder seguir existiendo en nuestros pueblo, ya que nadie se fija en cómo la población ha ido disminuyendo de forma progresiva. Desde 1975 hemos perdido más del 40% de la población. En los últimos 10 años hemos bajado en habitantes en todos los pueblos y reducido su número en más del 10%. Hoy somos menos de un millar en cada uno de los valles de Erronkari, Zaraitzu, Aezkoa o Erro. Nuestra juventud abandona los pueblos para no regresar, educar a los pocos niños que quedan está lleno de dificultades y nuestra gente mayor es cada vez más numerosa, con una media de edad por encima de los 65 años.
Todo ello no es casual. Durante décadas el Pirineo ha sido visto desde Iruñea tan solo como esa zona de Nafarroa con gran valor ambiental, con sus bonitos bosques y montes. Las personas hemos sufrido y sufrimos un abandono permanente del Gobierno. Los servicios públicos, el ocio, la cultura son para nosotros un lujo a más de una hora de distancia.
Llevamos años demandando ser como cualquier otro ciudadano de Nafarroa. Tenemos derechos como los demás, pero éstos no son reales. Hemos demandado que desde las instituciones se genere actividad económica que permita trabajar y vivir en el Pirineo. Necesitamos expectativas de futuro y poder apostar por criar a nuestros hijos, educar a nuestros jóvenes y que éstos se queden aquí como hicimos nosotros.
Desde los gobiernos de Nafarroa no se han potenciado estos valles. No se han instalado empresas. No se ha invertido en generar actividad económica. El pasado Plan del Pirineo 2007- 2009 no dio los resultados esperados. Bajo grandes declaraciones propagandísticas vendieron un plan del que en los valles verdaderamente pirenaicos ni nos hemos enterado. La mayoría de los proyectos comprometidos todavía hoy están sin realizar. No se han creado puestos de trabajo y los existentes, por ejemplo nuestra ganadería, siguen hundiéndose.
Hemos sido los cargos públicos quienes con nuestros escasos recursos y posibilidades nos hemos movido buscando alternativas. Así hemos conseguido levantar algunos proyectos y así tenemos esperanzas de conseguir otros. Llevamos años trabajando en la biomasa como proyecto ligado a nuestra materia prima fundamental, la madera. Ha sido por iniciativa local como hemos avanzado en esta alternativa en la que hemos contado con la colaboración de los departamentos de Industria y Desarrollo Rural del Gobierno Foral y el Ministerio de Innovación.
En esta grave situación, se nos presenta una empresa privada que desea instalarse en el Pirineo. Un proyecto que contempla explotar una cantera de sílice, planta de hormigón, instalación de planta de tratamiento de placas solares, centro de investigación de minería, que junto a la planta de biomasa que veníamos trabajando crearía unos 50 puestos de trabajo. Quienes firmamos esta carta creemos que esta propuesta debe ser tenida en cuenta y consideramos que por nuestra parte deberemos realizar un seguimiento exhaustivo de este proyecto con el fin de que todos los requisitos medioambientales se cumplan. Nuestro apoyo a esta propuesta va condicionado a que se desarrollen todas las actividades empresariales en los plazos que se acuerden, así como el resto de condiciones que se pacten: empleos, vías alternativas, cánones... Apostamos por desarrollarla conjuntamente entre la empresa privada, los ayuntamientos afectados y el Gobierno de Nafarroa. La expectativa abierta, la primera en muchos años sin poder atraer actividad económica al Pirineo, no puede ser rechazada sin atender y entender la situación en la que estamos.
Nosotros, que hemos preservado el Pirineo como patrimonio medioambiental, somos los más interesados en legarlo a nuestras generaciones futuras. Hemos subsistido mediante el aprovechamiento de los recursos naturales de que disponemos, la ganadería, la madera y la minería. Hoy no por nuestra culpa, sino por abandono de los responsables gubernamentales, nos encontramos en esta situación.
Respetamos a todo el mundo y por encima de todo queremos y respetamos nuestro patrimonio natural, el Pirineo, pero demandamos que cuando menos seamos entendidos y tratados como una especie que ha habitado siempre en él y que desea seguir viviendo, tanto nosotros como nuestros hijos, en el Pirineo.
¿Somos una especie en vías de extinción?
(*) También firman el artículo Enrique Garralda, Patxi Zalba y Fernando Alzón