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Banquillo de San Mames

Entre lo «malo» conocido y lo bueno por conocer

El proyecto consolidado de Caparrós frente a la incertidumbre de otro entrenador con otro estilo de juego

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Joseba VIVANCO | BILBO

Ironizaba el muy singular entrenador argentino Claudio Borghi sobre las críticas que reciben los directores técnicos, cuando decía que «de fútbol opinamos todos, y todos pensamos que lo hacemos bien. Es como el sexo». El estilo del Athletic, dijo una vez Jorge Oteiza, se resume en el «pase diagonal y la internada en oblicuo», como hacían Gorostiza o Piru Gainza, o como hoy se atreve el osado Iker Muniain. Al rubio Javier Clemente le fue bien; con eso, y con derroche físico y unas dosis de calidad, ganó dos Ligas y una Copa.

Joaquín Caparrós acaba de firmar una brillante campaña al frente del Athletic y una trayectoria de cuatro años que consolidan un prometedor proyecto de futuro. Pero también es consciente de que sus formas, su visión de cómo debe jugar este equipo, o quién sabe si su forma de mascar chicle, no convencen a buena parte de la prensa ni de la afición de San Mamés.

Esta tarde la Junta Directiva que preside su hasta ahora principal valedor, García Macua, anunciará la fecha de las elecciones. Los candidatos deberán entonces poner las cartas sobre la mesa y sabremos cuál será la idea que cada cual tiene sobre el próximo gure estiloa del Athletic en las próximas temporadas: el del pase diagonal y la entrada oblicua, el del balonazo largo desde retaguardia o las bandas a la mejor cabeza de la Liga, o el de algo parecido al tiqui-taca.

Si en algo hay coincidencia en torno a este equipo es que estamos ante una plantilla con mucho futuro por delante. Tres jugadores internacionales con la Roja absoluta y cuatro llamados a estar en el próximo Europeo sub´21, parecen argumentos para ello. Dos, tres temporadas le han servido a este vestuario para forjar sinergias, converger en objetivos y empezar a apuntar lo que pueden dar de sí.

¿Caparrós ha tocado techo?

Caparrós ha tenido mucho que ver en ello. La consecución del sexto puesto esta temporada es su cénit en el banquillo rojiblanco. Parece evidente que, con los jugadores declarando a muerte su fidelidad al técnico andaluz, y un entrenador que conoce a sus pupilos al dedillo, el Athletic volverá a luchar en serio por meterse en Europa la próxima temporada. El crecimiento del equipo y la mejora en ciertos números de victorias, goles o puntos, así lo avalan.

Pero el «déjate de imagen; clasificación, amigo» con el que se despachó ante la prensa tras la `deshonrosa' victoria ante Osasuna, terminó por sentenciarle. Una declaración de principios que el entrenador que todos llevamos dentro terminó por explotar en buena parte de la afición y medios de comunicación.

¿Seguirá, no seguirá? Ésa no es la cuestión. El interrogante debería ser: ¿Es capaz Caparrós de sacar más jugo a este equipo, hacer crecer a estos jugadores o, por contra, ha llegado a su tope y ya es incapaz de inculcar otro tipo de fútbol más vistoso, acorde con una plantilla que tiene fuerza, pero también calidad?

Si preguntamos por la continuidad de Caparrós a un niño forofo del Athletic, seguro que dirá que sí, que siga. Qué menos, cuando tu equipo del alma ha quedado sexto. Pero otra cosa es el socio que acude a San Mamés. Ése también quiere estar en Europa pero, además, quiere ver fútbol. Para eso paga.

Muchos opinan que el técnico andaluz no está capacitado para sacar más rendimiento a un equipo que puede jugar más y mejor, y a otra cosa que no sea bombear balones a Llorente.

«Yo parto de la idea de que cuanto mejor juegues, será más fácil ganar partidos». Son palabras de Carlos Gurpegi, quien en un alarde de sinceridad, respondía estos días: «Tenemos jugadores para poder combinar más (...) creo que nos obcecamos en jugar en largo cuando el equipo está capacitado para poder tener más la pelota, combinar y hacer otro tipo de fútbol».

El proyecto Caparrós, consolidado y con el respaldo -no lo olvidemos- de la plantilla, puede no garantizar ese juego la próxima temporada, pero sí luchar por estar otra vez en Europa. Si por mor de las elecciones en ciernes llega otro técnico nuevo, más favorable al `juego bonito' que ahora demanda La Catedral, habrá que acertar con el hombre ideal, y éste, o sale cara, como con Luis Fernández, o sale cruz, como con Senekovic. Y a partir de ahí, la grada deberá tener paciencia hasta que los resultados lleguen vía buen juego.

Es el gran dilema que ahora mismo se le presenta a este prometedor Athletic: optar entre lo `malo' conocido y lo bueno por conocer. San Mames Barria espera en el horizonte.

¿quién da más?

El globo sonda de Ernesto Valderde explotó demasiado pronto; el otro que sonaba, Unai Emery, acaba de renovar otro año más con el Valencia; un conocido canal de pago informaba que el acostumbrado a los títulos Rafa Benítez ha sido sondeado...

susaeta, a operar

Susaeta, que había sido dado de alta tras sufrir un neumotórax espontáneo, será intervenido la semana próxima mediante cirugía mínimamente invasiva, para intentar evitar o reducir complicaciones derivadas de dicha patología.

No estará el Liverpool, pero el bombo reserva clubes de campanillas

No, el Liverpool se ha quedado fuera de Europa y no habrá posibilidad de reeditar el cruce en Copa de Europa en tiempos de Clemente. Pero en el bombo del Athletic en agosto estará el Tottenham, además del descendido Birmingham. Junto a ellos, como posibles rivales de fuste, Palermo y Lazio, el Schalke de Raúl y Hannover, Paris Saint Germain, Spartak y Lokomotiv de Moscú, Sporting de Lisboa y Sporting Braga, el Besiktas de Guti, PSV Eindhoven, AEK de Atenas, el Anderlecht de Lukaku y hasta el Celtic de Glagow, amén de los 35 clasificados de la ronda previa y los 15 eliminados de la Champions. J.V.

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