El régimen de Saleh bombardea a una poderosa tribu alineada con la oposición
La nueva negativa del presidente yemení a firmar el traspaso del poder ha provocado violentos choques entre combatientes de la tribu Hashid, alineada con la oposición, y las fuerzas de seguridad. El régimen bombardeó la residencia de su líder, cuyos seguidores tomaron el Ministerio de Interior.
GARA | SANA´A
Al menos nueve personas murieron ayer y cerca de cien resultaron heridas en la segunda jornada de enfrentamientos entre la poderosa tribu Hashid, la más numerosa de Yemen, y las fuerzas de seguridad. La decisión del presidente yemení, Ali Abdallah Saleh, de aferrarse al poder al negarse el domingo por tercera vez a firmar el plan de las cleptocracias del Golfo para favorecer un traspaso ordenado del poder provocó violentos combates.
Ayer, la vivienda del líder tribal jeque Sadeq bin Abdallah al-Ahmar, en el barrio al-Hasaba, en el norte de la capital, fue bombardeada con misiles después de los intensos combates. En el ataque murieron cinco guardaespaldas de Al-Ahmar, tres transeúntes y un polícía. Entre 80 y 90 de sus seguidores fueron heridos. «Entre los heridos se encuentra el general Ghaleb Gamarra, jefe de una misión de mediación» entre el gobierno y el jeque Al-Ahmar, añadió.
Según fuentes oficiales, el Ministerio del Interior fue alcanzado por una docena de cohetes antitanque disparados por los partidarios de Al-Ahmar.
El lunes, los seguidores del jeque Al-Ahmar tomaron el control del Ministerio de Industria y, según la televisión estatal, atacaron el Ministerio de Turismo y la agencia de noticias Saba.
En un comunicado, Sadeq Al-Ahmar acusó a Saleh de intentar provocar «una guerra civil» para mantenerse en el poder.
Durante una reunión en la residencia del jeque, unos 2.000 representantes tribales, en particular miembros de las dos principales tribus, los Hashid y los Bakil, expresaron «su solidaridad» con Al-Ahmar. Uno de ellos manifestó que «no debemos permitir que el presidente nos conduzca a la violencia y desviar el curso de la revolución pacífica».
Jefe de la poderosa confederación tribal de los Hashed, el jeque Ahmar se unió en marzo a la oposición que reclama la renuncia del presidente Saleh, quien también ha perdido el apoyo de parte del Ejército.
Al-Ahmar, uno de los diez hijos del fallecido jeque Abdallah Al-Ahmar, quien fuera el principal aliado del presidente Saleh, está en condiciones de movilizar a más de 10.000 hombres armados, según fuentes tribales.
La población yemení está fuertemente armada. Se estima que en el país hay unos 60 millones de armas en manos de civiles.
El régimen y los partidarios de Ahmar se acusaron mutuamente de ser responsables de los enfrentamientos, los primeros de este tipo en Sana'a entre fuerzas de seguridad y combatientes tribales desde que se iniciaron las protestas contra el régimen a finales de enero.
Los intensos combates, que el lunes ya habían causado al menos seis muertos, se reanudaron ayer en el perímetro de la residencia del líder de la tribu Hashid, la más numerosa de Yemen, jeque Saleq bin Abdallah Al-Ahmar.