Segundo asalto de la final de la Liga ACB
Los de Katsikaris se conjuran para lograr levantarse y responder
Recuperar el sello de juego y mantener la intensidad durante 40 minutos son las claves que dan Paco Vázquez y Fisher para poder ser competitivos en el encuentro de esta tarde. Marko Banic pide explotar más el juego interior.
BARCELONA
BILBAO BASKET
Arnaitz GORRITI
Un proverbio japonés dice que «si me caigo siete veces, pues me levanto ocho». A pesar del 74-64 final, es evidente que Bizkaia Bilbao Basket terminó en la lona del Palau Blaugrana, asfixiado por un Barcelona que borró del mapa al cuadro vizcaino, debido a un parcial conjunto de 47-21, fruto de un mal inicio del primer y el tercer período.
Ese 10-24 final que infligieron los hombres de negro a los de Xavi Pascual en los diez últimos minutos es, por contra, el clavo ardiendo al que se agarran ahora los jugadores dirigidos por Fotis Katsikaris, ya que comprenden que en esos diez últimos minutos su juego se recondujo y puede servir de faro para el futuro, tras mucho tiempo exhibiendo un nivel sensiblemente inferior al mostrado hasta la fecha en los play offs.
«Fue una puesta de escena como ante el Real Madrid, en el cual fuimos a ver qué pasaba y no quisimos poner nuestro sello desde el principio», declaraba tras el entrenamiento de ayer Paco Vázquez. El escolta ibicenco opinaba que ése fue el principal error que deben subsanar el duelo de esta tarde, amén de evitar el juego «fácil» en transición de su rival. «Debemos poner nuestro sello de agresividad defensiva, para así poder correr y hacer un juego dinámico, y sobre todo que el Barcelona no pueda jugar cómodo», dijo.
Asimismo, Josh Fisher, uno de los destacados del jueves, veía la necesidad de una mayor regularidad para poder ser competitivos. «Sabemos que podemos jugar contra el Barcelona, pero para ello tenemos que jugar un partido de 40 minutos».
Explotar el juego interior
Muchos detalles decantaron el duelo contra Bilbao Basket. Uno de ellos, según la opinión de Marko Banic, fue el escaso uso del juego interior de su equipo.
El ala-pívot de Zadar dijo que «ante el Barcelona hay que tener dos armas, por eso hay que equilibrar el juego interior con el exterior. Además, es evidente que tendremos que jugar con mucha mayor intensidad y evitar las pérdidas de balón».
No obstante, Banic no perdía la esperanza. «Este equipo sabe reaccionar tras un partido malo. Nos presionamos demasiado a nosotros mismos y se notó en el juego. Nuestra guía debe ser el último cuarto del primer partido», culminó.
Las dudas hicieron mella en los hombres de negro. «Salimos a ver qué pasaba y no quisimos poner nuestro sello», reconocía Paco Vázquez. Además, opinaba que deben «impedir que el Barcelona corra y pueda jugar cómodo».
Pau Gasol felicitaba al Barcelona en su twitter, aunque ponía el acento en una advertencia. «Muy buen partido del Barcelona, aunque no conviene confiarse. Bizkaia Bilbao Basket dará guerra hasta el final», escribió.
Va tomando forma el nuevo Buesa Arena. Así, sigue el desmontaje de la cubierta de la cúpula y en el exterior se está construyendo la nueva estructura de la techumbre. Si todo continúa según lo previsto, la retirada de la cúpula está fechada entre los días 15 y 18 de julio. Asimismo, el Baskonia publicaba ayer un vídeo en 3D sobre el nuevo pabellón, bajo el lema «Contigo, seremos 15.000».
Dejan Musli estará este fin de semana en el «Adidas Eurocamp» que se celebra en Treviso, uno de los encuentros más prestigiosos para jóvenes del baloncesto europeo. El pívot serbio tendrá la oportunidad de encontrarse con otras promesas del viejo continente. Musli participó en la anterior edición celebrada en Portland y fue designado entre los cinco mejores jugadores de su edad.
Bizkaia Bilbao Basket perdía este jueves su primer duelo en la faceta reboteadora en lo que va de play offs. El Barcelona, que únicamente cayó en este apartado en su tercer partido de semifinales contra el Baskonia, obtuvo 12 rechaces más que el cuadro bilbaino -43 por 31-, cuando éste llegaba a la final con una media de casi 35 por partido.
Especialmente sangrante resultó la diferencia de rebotes de ataque: 16 contra 6. En este sentido, Alan Anderson daba una pista: «Ellos basan buena parte de su juego en las segundas oportunidades gracias al rebote ofensivo y pararles eso ha sido clave». A. G.