Todavía faltan tres etapas, las más decisivas, pero la Emakumeen Bira 2011 ya tiene reservado el cajón más alto del podio para Marianne Vos. Salvo sorpresa, la holandesa será la vencedora mañana en Urduña y reeditará su triunfo de 2008.

Tres años después, Vos, que ya lo ha ganado prácticamente todo pese a que tiene sólo 24 años, aspira a repetir sus exhibiciones de entonces cuando ganó cuatro de las cinco etapas nada menos. Este año lleva el mismo camino.

Los adjetivos se agotan para definir su talento. Campeona del mundo tanto en ruta en 2006, además de cuatro subcampeonatos consecutivos en las cuatro últimas temporadas, como en pista y ciclo-cross, no hay especialidad ni terreno que se le resista a la holandesa.

Este 2011 parece que ha aumentado más si cabe su dominio. Lleva una semana espléndida. El domingo ganó el Gran Premio Ciudad de Valladolid, de la Copa del Mundo de la que por supuesto es líder, el martes se impuso con autoridad en la Durango-Durango Emakumeen Klasika y su monólogo continuó el jueves en Iurreta y ayer en Lekeitio. Y amenaza con seguir con los brazos en alto.

Esta vez no necesitó sprintar pues llegó en solitario tras atacar en la última pasada por la cima de Milloi y presentarse en Lekeitio con 21 segundos sobre el pelotón de las favoritas entre las que entró una magnífica Eneritz Iturriaga (Lointek), así como la polaca del Bizkaia-Durango Batagelj.

La jornada, de 115 kilómetros, resultó más dura que la anterior y el ritmo fue elevado desde el inicio en Iurreta, aunque no se seleccionó hasta las dos subidas finales a Milloi donde hubo batalla. Las holandesas Brandl y Gunnewijk y la británica Armistead lograron escaparse y alcanzar una máxima ventaja de 1.25. Sin embargo, el trabajo por detrás del HTC-Highroad echó por tierra sus ilusiones.

Entonces lo intentó la veterana Arndt hasta que Vos atacó a falta de 500 metros para coronar por segunda vez y se mostró imparable hasta Lekeitio donde una vez más levantó los brazos.

Hoy el menú es doble. Por la mañana, la cronoescalada a Kanpazar, de 7,6 kilómetros, y por la tarde una corta pero exigente etapa, en Deba con el paso por Txapasta, dos veces, y Kalbario. La propia Iturriaga resume el doble sector. «La cronoescalada hará diferencias pero la etapa de la tarde es bastante dura, he estado viendo el puerto y es duro. Además al ser etapa corta se irá rapidísimo».