Eibar y Alavés tendrán que superar sendos empates a cero cosechados en los encuentros de ida si quieren seguir con sus opciones intactas de ascender a Segunda A. La diferencia estriba en que, mientras los armeros contarán con el factor campo a su favor, los babazorros deberán salir airosos de su visita a un feudo muy complicado.

Para contraponer ese hándicap, los de Álvarez Tomé contarán con el apoyo de unos 600 seguidores que se desplazarán hasta Lugo en cuatro autobuses y un buen número de coches particulares. De la expectación del partido da una idea el que las 440 entradas enviadas desde la ciudad gallega se agotasen en apenas unos minutos. Otros aficionados intentarán hacerse con un billete allí.

Necesidad de marcar

El Alavés está obligado a asaltar el fortín en el que se ha convertido esta temporada el Anxo Carro lucense, donde los anfitriones no han perdido ni un solo partido. En cualquier caso, los arabarras no están obligados a ganar, dado que una igualada con goles le valdría para pasar.

Con bastantes más opciones, a priori, parte el Eibar de superar esta eliminatoria, ya que tiene que hacer buena su situación de local en Ipurua, donde debe ganar al Alcoyano para estar en la ronda definitiva.

El reto no parece complicado, dada la imagen que dejaron los de Manix Mandiola en el envite de la ida, pero la experiencia previa vivida frente al Sabadell, que empató a uno en el estadio armero, plantea algunas dudas.