«Nuestro objetivo es incorporar el estatuto para Kurdistán»
«Pondremos todo nuestro empeño en incorporar el Estatuto de Autonomía para el Kurdistán en los cambios constitucionales», afirma Nursel Aydogan, de origen turco y que lleva más de 20 años luchando por la causa kurda. Actualmente es diputada en el Parlamento Turco por el pro kurdo Partido Paz y Democracia (BDP) y se presenta a la reelección en el distrito Baglar, feudo kurdo de Diyarbakir.
David MESEGUER
Rabia e incertidumbre en las filas nacionalista kurdas. El pasado jueves, y a falta de la aprobación de la Junta Electoral Central, el diputado y candidato del BDP Hatip Dicle -que se encuentra en prisión preventiva- fue condenado a veinte meses de prisión por hacer propaganda de una organización terrorista. Como él, más de 1.500 políticos kurdos han sido detenidos desde la ilegalización en diciembre de 2009 del Partido de la Sociedad Democrática (DTP).
¿Cómo puede hacerse política estando sometidos a tanta presión policial y judicial por parte del Gobierno de Ankara?
Desafortunadamente este tipo de detenciones que afectan a políticos de base, alcaldes y diputados, llevan muchos años produciéndose. En principio, los diputados que tienen casos abiertos gozarán de inmunidad diplomática si son reelegidos. En caso contrario, su enjuiciamiento se llevará a cabo y pueden ser penados a varios años de cárcel. Pero ello no supone ningún escollo porque desde hace 30 años estamos teniendo la misma problemática y las detenciones no van a provocar que abandonemos la lucha. Cuando lleguemos al Parlamento, trataremos de reformar la ley de enjuiciamiento criminal relativa a la «propaganda de organización terrorista».
En las pasadas elecciones generales, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), de Erdogan, cosechó gran cantidad de votos de la población kurda que creyó en su discurso pacificador. Ahora las encuestas vaticinan un vuelco electoral en el Kurdistán. ¿Cree que en las urnas se reflejará el descontento y la decepción hacia la política del Gobierno?
En 2007 el ambiente era muy diferente. El AKP utilizaba un discurso muy suave y comedido. En sus promesas aseguraban que harían todo lo posible para resolver la cuestión kurda de forma democrática y traerían prosperidad económica a la región. Pero el tiempo ha demostrado que entre las prioridades del AKP, al igual que gobiernos anteriores, no estaba resolver la cuestión kurda sino acabar con ella destruyendo al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). La gente no votará a alguien que está matando a sus hijos y hermanos.
Sostiene usted que el PKK tiene más poder que antes. ¿Por qué?
Antes la gente que se unía al PKK lo hacía por una cuestión sentimental, ahora es diferente. En el pasado se unían al PKK porque su casa había sido quemada, por haber sufrido torturas o porque tenían unas condiciones muy malas en las grandes ciudades. Ahora es diferente. Según el propio Gobierno de Ankara, la mayoría de jóvenes que se unen al PKK están en la Universidad o han finalizado sus estudios. Y eso significa que el nivel de conocimiento y formación del PKK ha crecido. La población kurda no es como en el pasado. Ahora la mayoría de la población kurda es muy joven y el conocimiento es muy elevado.
El BDP ha centrado su campaña en explicar las ventajas que comportaría un estatuto de autonomía. Si como dicen las encuestas obtienen de 30 a 35 diputados, ¿sería la demostración de que el Kurdistán turco clama autonomía?
El gran temor para la comunidad turca es que Kurdistán se separe de Turquía. El objetivo de la Autonomía Democrática que nosotros planteamos no es dividir Turquía, sino conseguir los derechos básicos para los kurdos. Los kurdos deben poder vivir en su región en su propia cultura y ser educados en su propio idioma. Además, no sólo planteamos una Autonomía Democrática en esta parte de Turquía, ya que las otras regiones del Estado también tienen muchas peculiaridades y diferencias. Si conseguimos sentar ente 35 y 40 candidatos en el Parlamento de Ankara, pondremos todo nuestro empeño en incorporar el estatuto de autonomía en los cambios constitucionales que planea llevar a cabo el gobierno. Pero si el AKP se niega a hacerlo, nosotros igualmente en la práctica comenzaremos a gestionar muchas de las administraciones locales y regionales como si de una autonomía se tratase.
En la actualidad, todos los actores del nacionalismo kurdo, desde Abdullah Öcalan y el PKK en las montañas, hasta el BDP y las diferentes organizaciones políticas, están de acuerdo en respaldar una autonomía democrática como primer paso.
Así es. La unanimidad en la defensa de esta propuesta viene determinada porque Öcalan ha dado el visto bueno. El AKP y el primer ministro Erdogan siempre están criticando al BDP por escuchar y hacer caso a las directrices que marca Öcalan, pero la realidad es que la palabra de Öçalan tiene tanto poder que, aunque el BDP plantee el mejor proyecto político posible, si éste no es aprobado por Öcalan, los kurdos no van a respaldarlo.
¿Este proyecto de Autonomía Democrática es un primer paso, o significa renunciar a ese gran sueño de un Kurdistán unido e independiente?
Nuestra estrategia está bastante clara y hemos de ser conscientes que la consecución de un Estado es muy complicada. Creo que los kurdos han de convivir con los turcos en el mismo territorio con los mismos derechos democráticos. Nuestras condiciones son muy diferentes a las del resto de los kurdos de Irak, Irán y Siria, y tampoco hemos de olvidar que en grandes ciudades como Estambul o Antalya, viven millones de kurdos. Es difícil tener un Estado por las condiciones de Turquía y por la distribución de la población kurda. En el futuro, por supuesto, sí que nos gustaría tener una confederación con las regiones kurdas de los otros estados sin fronteras y con unas relaciones comerciales mucho más cercanas.
«Öçalan tiene tanto poder que, aunque el BDP plantee el mejor proyecto político posible, si éste no es aprobado por Öcalan, los kurdos no van a respaldarlo»