Joaquim Rodríguez logró su segundo triunfo de etapa consecutivo en La Toussuire
Wiggins recupera dos años
La victoria en la Dauphiné permite al inglés confirmar las expectativas creadas tras ser cuarto en el Tour.
Joseba ITURRIA
Bradley Wiggins confirmó la sensación de solidez mostrada durante toda la carrera y obtuvo el triunfo final en la Dauphiné con un nivel en la alta montaña que hizo recordar al corredor que sorprendió a todos al acabar cuarto en el Tour de 2009. El inglés aguantó a los mejores en la segunda etapa alpina a pesar de la gran batalla que se planteó desde lejos. La única emoción estuvo en la lucha por la victoria de etapa en el alto de La Toussuire, donde Joaquim Rodríguez logró su segundo triunfo seguido tras el obtenido el sábado en el Collet d'Allevard.
El inglés y el catalán -ganador de dos etapas, la montaña y la regularidad- fueron los triunfadores tras una jornada corta, pero dura. Imanol Erviti entró en la primera escapada de once corredores formada en el inicio de la etapa, pero los cinco minutos que llegaron a coger no fueron suficientes ni para pasar escapados la Croix de Fer, porque se desencadenó la batalla y atacaron Joaquim y Gesink para pasar por el Glandon a 52 segundos de Phinot, superviviente de la fuga. Poco después pasó Kern, pero todos menos Pinaut fueron cazados por el grupo del líder en la cima de la Croix de Fer.
Pinaut fue atrapado en el descenso por Voeckler, que después se quedó solo en cabeza. Por detrás Juanma Garate realizó un gran trabajo en el pelotón para Gesink, que atacó desde el inicio de la subida de La Toussiure, para marcharse con Pinaut y Voeckler. También Urán trabajó bien para Wiggins, que tuvo la carrera siempre controlada, hasta que en los kilómetros finales cogieron a los tres primeros y empezaron los ataques por una victoria que consiguió Joaquim Rodríguez al ser el más fuerte en los últimos metros.
Los Euskaltel, a seis minutos
Lejos de los primeros llegaron Iban Velasco, Amets Txurruka y Samuel Sánchez, que se tuvo que conformar con acabar decimoséptimo en la general. Tampoco hay que preocuparse de cara al Tour porque el año pasado fue decimoctavo y rozó el podio en su gran objetivo.
No terminaron ayer la etapa Markel Irizar, Txente García y un Beñat Intxausti que tras vivir en Sierra Nevada en primera persona el drama de Xavi Tondo nunca ha estado en la Dauphiné cerca de los mejores en la prueba que debía servirle para coger la confianza y el punto de forma de cara a su debut en el Tour.
Bradley Wiggins señaló tras ganar la Dauphiné que «es una carrera histórica. Es magnífico imponerse aquí. Cuando se mira el palmarés de la prueba, está lleno de nombres de campeones del Tour. No tengo la impresión de estar en forma demasiado pronto para el Tour. De hecho, se ha podido ver que no estaba al mejor nivel en la última subida. Estoy todavía en un período de entrenamiento, siento que mi condición mejora y acabo de lograr la mejor victoria de mi carrera».
«Esta temporada salía con la intención de disputar las victorias en todas las pruebas, pero en el Tour será diferente. Ganar el Tour ante Contador y Schleck es algo exagerado. El Top 10 siempre ha sido mi objetivo y después de lo que acabo de hacer en la Dauphiné puedo pensar en acabar entre los seis primeros. Aguantar a corredores como Vinokourov subiendo es una gran satisfacción. Mi crono está en consonancia con lo que me corresponde, pero estoy contento sobre todo por mi nivel en las subidas más duras».
Por su parte, Joaquim Rodríguez señaló que «ésta ha sido la mejor semana de mi carrera en lo que se refiere a condición y sensaciones. En mi debut aquí, vine a por una etapa y he conseguido dos». GARA
