LUGO 2

ALAVÉS 1

Inmerso como está en una complicada situación económica, llegar al último trámite para ascender a Segunda A le venía como anillo al dedo al Alavés para que la coyuntura deportiva hubiese servido de acicate. Pero no podrá ser, los de Álvarez Tomé tendrán que volver a intentarlo la próxima temporada, quizás con un poco más de fe en la consecución del objetivo de regresar a la categoría de plata.

El reto ya se había puesto bastante cuesta arriba cuando los babazorros no pudieron llevarse ninguna ventaja de la ida disputada en Mendizorrotza, sobre todo teniendo en cuenta el poderío que había demostrado todo el año el Lugo en su feudo, donde no habían perdido ni un solo partido.

Esa fiabilidad del Anxo Carro la volvieron a demostrar ayer los gallegos cuando se rozaba la hora de juego y ya llevaban una diferencia de dos goles que se antojaba infranqueable para el Alavés. Un conjunto, el vasco, que en la primera mitad se limitó a defender y esperar alguna contra con que pillarle la espalda a su rival.

Lejos de conseguirlo, encajó un gol pasado el primer cuarto de hora merced al claro dominio del balón que protagonizaban los anfitriones, quienes pusieron cerco a la meta defendida por Dituro hasta que consiguieron perforarla. Ni siquiera ese primer golpe despertó a los arabarras, que continuaron tímidos y sometidos al estilo de juego gallego.

Tuvo que llegar el minuto 43 para que los de Álvarez Tomé firmasen su primera ocasión clara de peligro. Un saque de falta propició el remate de Geni -ayer en punta-, al que respondió con una gran intervención Escalona, quien luego se convertiría en uno de los protagonistas del choque.

El paso por vestuarios no hizo variar la dinámica del envite. Mientras el Lugo retomaba el dominio de la primera parte, consciente de que debía ampliar su ventaja para afrontar con tranquilidad el tramo final del encuentro, el Alavés confiaba en una rápida contra para igualar la contienda.

Y llegó el segundo

Los planes albiazules se fueron al traste apenas disputados nueve minutos de la reanudación. Una gran jugada de Belforti la culminaba Iván González -siempre presente en el juego ofensivo local- con un centro a Arroyo, que no tuvo ningún problema en batir de cerca a un desesperado Dituro.

Con todo ya perdido, a la escuadra vasca no le quedó otro remedio que tirar de heroica y volcarse en la meta contraria, justamente al revés de lo que había hecho hasta esos instantes. E incluso pudo llegar a tener premio su táctica a la desesperada. Para empezar, Jito, que había saltado al césped a falta de media hora, limó diferencias y fue quien llevó la voz cantante en ataque metiendo el miedo en el cuerpo a las pobladas gradas.

Geni la tuvo en el minuto 84 con un disparo que obligó a volver a intervenir a Escalona, que nuevamente se mostró muy seguro en su cometido. Ahí se acabaron las opciones arabarras.