La plantilla de La Naval inició ayer un paro indefinido tras conocer que poco antes la empresa había presentado ante el Gobierno de Lakua un expediente de regulación de empleo (ERE) que supondría la extinción de 148 puestos de trabajo.

Por la mañana, Construcciones Navales del Norte (CNN), propietaria del astillero, informó que había presentado un ERE «que afectará a 148 trabajadores», complementado con «un Plan de Acompañamiento Social que evita que el número de afectados sea mayor».

Su comunicado añadía que dicho plan «contempla la recuperación de servicios externos que, de ser aceptados por el comité de emprea, podrían reducir la cifra de afectados». Concretamente se hablaba de más de una veintena de posibles reubicaciones y se matizaba que el ERE «se ha presentado sin acuerdo, al no aceptar el comité de empresa la reubicaciones propuestas».

El comité negó esta versión y acusó a la empresa de «incumplir el acuerdo verbal» alcanzado y en virtud del cual no se iban a producir despidos entre los trabajadores que no eran prejubilables.

Según explicaron los representantes de los trabajadores, la empresa les comunicó el viernes que les iba a presentar el ERE, pero ese día el comité tenía una reunión en el Preco, por lo que la compañía les remitió un burofax donde se les comunicaba que el ERE lo podrían recoger ayer en la dirección de Recursos Humanos.

El comité acudió a recoger la documentación pero no lo firmó por no estar de acuerdo con su contenido, ya que «en ese ERE se habla de 148 despedidos». A renglón seguido, el comité se reunió para estudiar posibles respuestas y se acordó iniciar un paro indefinido, solicitando a la empresa la retirada del ERE y el inicio de una nueva negociación. «La principal demanda es «que desaparezcan los despidos de los menores de 50 años de la mesa», situación en la que se encontrarían 23 personas.

Más del 40% de la plantilla

Este conflicto tiene su arranque el pasado 24 de mayo. Semanas después de cerrar un contrato para la construcción de un buque para el armador belga Jan de Nul, CNN comunicaba su intención de despedir al 42% de la plantilla, es decir, a 156 de sus 368 trabajadores.

La mayoría de los afectados por el ERE se podrían acoger a prejubilaciones, amparados por las garantías suscritas por la SEPI -Sociedad Estatal de Participaciones Industriales- cuando se privatizó el astillero, a finales de 2006. El resto, algo más de una veintena de trabajadores con edades inferiores a los 50 años, se encontraría sin dicho respaldo. El 26 de mayo los trabajadores pararon la producción mientras la empresa y el comité mantenían un encuentro para buscar una salida. Ambas partes se dieron una semana para negociar.

El 31 de mayo, Construcciones Navales del Norte anunciaba que estaba negociando un contrato con una naviera de Catar, pero que ello no afectaría a sus planes de recorte. No obstante, fuentes sindicales apuntaron que la dirección confirmó que reubicaría a los trabajadores que no pueden acogerse a la prejubilación.

Ayer, dos semanas después, la empresa presentó un ERE para 148 personas en el que, textualmente, se habla de «posibles reubicaciones». Los argumentos para «redimensionar» la plantilla son «la importante y precipitada caída en los pedidos, las dificultades de financiación que la crisis financiera global está creando a las empresas y el complicado acceso al crédito que frena operaciones».